Alexis Tsipras visitó a Vladimir Putin el miércoles con la manifiesta intención de reforzar las relaciones bilaterales. Ambos viven una situación delicada con la Unión europea: Rusia soporta sanciones económicas y embargos y Grecia debe cumplir con los compromisos contraídos.
Putin aclaró ante la prensa internacional que Tsipras no fue a pedir ayuda y también desmintió que fuera a usar a Grecia como Caballo de Troya en la UE. Sí confirmó que ambos mandatarios discutieron posibles proyectos en energía, como el de hacer pasar por Grecia el gasoducto que está tendiendo desde Turquía hasta Europa. Eso, dijo Putin, le permitiría a Rusia otorgar préstamos para proyectos relacionados y el ingreso de esos proyectos serviría, en última instancia, para ayudar a Grecia a pagar su deuda.
Por su parte Tsipras dijo que su país está dispuesto a construir un gasoducto griego para gas natural desde la frontera greco-turca. De esa manera, habría inversión y creación de empleo en Grecia. Eso es un acuerdo a grandes rasgos. Los detalles quedan para los especialistas más adelante.