El estudio revela además que la industria recortó gastos y en gran parte manejó las expectativas a través de una mayor producción, una ayuda inesperada de la devaluación de la moneda y el menor costo de los insumos.
Al mejorar la administración financiera se redujo la caída del capital por primera vez desde 2010 a apenas algo más de 12% y ayudó a las compañías flujo de fondos y recompensar a los accionistas.
Mientras que los valores de mercado cayeron 16%, los accionistas también se beneficiaron de un rendimiento de dividendos que alcanzó su punto más alto con una suba de 5%.
El éxito de las iniciativas en la reducción de costos se hizo evidente en 2014 dado que los costos operativos bajaron 5%.
Si bien la industria minera viene intentando desde hace dos años reducir el gasto de capital, recién lo lograron el año pasado porque se redujo 20% la inversió en proyectos importantes.
En este año los cálculos son que la velocidad del capital seguirá desacelerándose.
Si bien la caída de los precios de los commodities generó menores ingresos, el informe destaca que esto fue en parte compensado por el incremento de volúmenes, especialmente en mineral de hierro, donde se amplió la oferta por los grandes programas de expansión durante los últimos años.
Sin embargo, la baja en el precio del mineral de hierro está teniendo un impacto significativo en las 40 principales mineras.
Además, la retracción en la demanda de China genera un gran impacto, ya que las bajas en los precios se dan sobre todo, por el exceso de oferta en el mercado.
“La tendencia en la oferta y demanda del mercado opera basándose en el supuesto de que los precios de los commodities seguirán bajando y, como resultado, el foco continuará en la contención de los costos operativos y en mantener el disciplinamiento del capital. Allí radica el principal desafío de la industria minera” explica Leonardo Viglione, Socio líder de minería en PwC Argentina.
El informe Mine de PwC, en su 12° edición también detectó, por segunda vez, que la mayoría de las principales empresas mineras provienen de países BRIC y no de mercados OCDE1, con otras dos compañías BRIC que ingresan a las 40 principales y una disminución general más baja, de sólo 7% (en comparación con la caída de 21% de las OCDE) en capitalización del mercado.
Las compañías mineras BRIC tienden a enfocarse en la minería en mercados emergentes exclusivamente, mientras que las OCDE estilan tener carteras globales más diversas.
Esta división, combinada con la riqueza del nuevo potencial de crecimiento en mercados emergentes y distintas expectativas de los accionistas, sigue generando divergencias.