Matías Ghidini comenta que transcurridos ya casi nueve meses de 2015, el mercado laboral profesional, formal y privado mostró una demanda quizá atípica e inesperada. Cuando la crisis económica y el año electoral presagiaban un parate mayúsculo, la realidad es que el mercado está activo. Las búsquedas, cierto es, principalmente sólo de algunos sectores más favorecidos, siguen vigentes. La demanda de ejecutivos no está parada; es selectiva y en niveles mediocres, pero existe. Hasta hoy, con al menos el mismo nivel que 2014, y por momentos incluso, con picos por sobre el año pasado.
¿Qué esperar de estos próximos 45 días previos a la votación en términos de empleo profesional?
Mayormente la misma tendencia. Tal vez cierta prudencia adicional. Pero la realidad es que las compañías que hoy demandan profesionales, a esta altura, lo hacen por necesidad extrema , por posiciones que no pueden no cubrirse, vacantes que hacen al core del negocio o esenciales para gestionar la coyuntura actual. Gane quien gane, esta demanda no cambiará. Desde lo político-económico, el cuasi consenso que impera por el cual cualquier ganador realizará cambios en el rumbo, la duda se centra en su dirección y ritmo, produce pocas diferencias para las empresas.
Distinto es el panorama para aquellos sectores especialmente castigados por el modelo económico actual, como por ejemplo: automotrices, sector Inmobiliario, exportadores y agroindustria. Para éstos, hoy si virtualmente congelados en términos de búsquedas profesionales, los cambios de quien resulte electo serán claves para salir o seguir aguantando.
En síntesis, algo inesperadamente el “efecto elecciones” tuvo un impacto muy relativo en la demanda de perfiles ejecutivos profesionales. A lo largo de 2015, las búsquedas de estos perfiles se mantuvieron, mostrando picos por encima de 2014; lo cual hace imaginar que por lo que queda del año –definición de nuevo presidente mediante- poco cambie de fondo.
