sábado, 21 de diciembre de 2024

El brutal déficit nos lleva al reendeudamiento

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En 2016 Argentina necesitará $1.320.000 millones. Sí, un millón, trescientos veinte mil millones de pesos, según indica el análisis realizado por CIPPEC del proyecto de presupuesto 2016. 

El déficit fiscal podría alcanzar los $388.000 millones en 2015, una cifra 30% superior al desequilibrio estimado por el proyecto de presupuesto 2016. Así lo evidencia un análisis presentado ayer por Lucio Castro y Walter Agosto, director e investigador principal del Ãrea de Desarrollo Económico de CIPPEC.

Según el estudio, el proyecto de presupuesto 2016 presenta un escenario de crecimiento moderado e inflación en baja para 2015 de imposible cumplimiento, en un contexto de apreciación cambiaria, ausencia de financiamiento internacional y deterioro de los principales indicadores económicos. De acuerdo al proyecto de presupuesto 2016, el resultado financiero neto alcanzaría un rojo de $293.486 millones en 2015, un déficit casi un 50% mayor al estimado en el presupuesto 2015.

 

“Las estimaciones de CIPPEC indican que el déficit podría alcanzar los $388.000 millones este año, una cifra un 30% superior a la estimada en el proyecto de presupuesto 2016”, indicó Castro. Según explicó Agosto, la proyección oficial del déficit para el año próximo surge de dos supuestos de imposible cumplimiento: una suba de los ingresos del 21% y un crecimiento del gasto del 16%, en contraste con la dinámica fiscal actual, donde los recursos crecen al 29% y el gasto al 40% anual, de acuerdo a las estimaciones de CIPPEC.

 

De forma similar,el proyecto de presupuesto 2016 subestima el desequilibrio fiscal de 2015 y el déficit proyectado para 2016, que podría alcanzar los $429.000 millones.

El regreso del endeudamiento

Del análisis de las fuentes y aplicaciones del proyecto de presupuesto, se desprende una estrategia de financiamiento similar a la aplicada en 2015 para el año próximo.

 

Partiendo de un déficit estimado por CIPPEC de $439.000 millones y amortizaciones de deuda por $881.200, las necesidades de financiamiento para el año próximo rondarían los $1.320.200 millones. “Esto enfatiza la necesidad de acceder a los mercados de crédito voluntario internacionales para financiar el déficit del gobierno nacional”, explicó Castro.

Al mismo tiempo, persiste la estrategia de erigir al Banco Centralcomo principal prestamista de primera instancia al Tesoro, mediante adelantos transitorios brutos por $324.410 millones y reservas por US$6.500 millones para el pago de la deuda pública con tenedores privados.

 

Adicionalmente, refinanciara al tesoro el vencimiento de la letra que operara en 2016 por u$s 9800 millones, colocada en oportunidad del pago al FMI.

Se deteriora la situación fiscal de las provincias

“El proyecto de presupuesto 2016 no incluye modificaciones sustanciales en la relación financiera entre la Nación y las provincias”, señaló Agosto.

 

De hecho, el proyecto continúa la tendencia observada en los últimos años a una mayor concentración de recursos en el nivel nacional de gobierno, que absorbe más del 70% de los recursos del Sector Público Nacional.

 

De este porcentaje, la Administración Nacional concentra alrededor del 67%, y el restante 6,5% tiene como destino a los Fondos Fiduciarios y otros entes nacionales. Asimismo, plantea una suba del 29% de las transferencias nacionales totales a las provincias para 2016. En particular, proyecta un incremento del 29% en las transferencias automáticas del régimen de coparticipación, mientras que las transferencias corrientes y de capital –que incluyen el Fondo de la Soja- aumentarían un 42% y un 23%, respectivamente. Las transferencias de capital experimentan, de esta manera, una desaceleración en relación al crecimiento acumulado observado a julio de 2015 de 45,7%. Según explicó Agosto, estas transferencias no resultarán suficientes para evitar un déficit del consolidado provincial en 2016.

 

De acuerdo con el proyecto de presupuesto, la situación fiscal de las provincias experimentó un marcado deterioro en 2015, con un desequilibrio que alcanzaría los $22.000 millones.

 

Este monto implica una suba del déficit de las cuentas públicas provinciales de más de siete veces en relación al registrado en 2014 ($3.000 millones, de acuerdo a datos oficiales). “De cara a 2016, esta situación obligará a las provincias a extremar los esfuerzos en materia de financiamiento, dados los elevados niveles actuales de presión tributaria subnacional y la ausencia de asistencia financiera del gobierno nacional”, indicó Castro.

Por otra parte, el proyecto de presupuesto 2016 prorroga la vigencia de la Ley de Financiamiento Educativo, y por lo tanto, de la afectación de los recursos coparticipables para educación en 2016. Establece además, que los recursos destinados al FONID y al Programa de Compensación Nacional Salarial Docente no serán inferiores a los asignados en el Presupuesto 2015. Finalmente, el proyecto presentado por el Gobierno extiende la suspensión de las reglas fiscales de la Ley de Responsabilidad Fiscal relacionadas a las restricciones a la expansión del gasto público y el endeudamiento.

 

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