En cuanto a seguridad en línea, los consumidores mayores de 45 años son más cautos que los más jóvenes en lo que se refiere a intercambiar información, pero pueden carecer de los conocimientos necesarios para detectar una estafa o una amenaza inminente.
Según las más recientes encuestas a los consumidores realizadas por Kaspersky Lab, los menores de 25 años están no ienen problema en revelar información privada en línea y tomar menos medidas para protegerse, pero entienden mejor los posibles peligros y pueden reconocerlos más fácilmente. La investigación encontró que para las personas más jóvenes el intercambio de datos en línea es un hecho cotidiano, con 83% que intercambia mensajes privados en línea, comparado con sólo 53% de los mayores de 45 años.
También se encontró que una cantidad tres veces mayor de jóvenes admiten haber compartido contenido explícito en línea al menos una vez: 23% frente al 7%. La generación más joven es más impaciente cuando se trata de la instalación de software y bajar archivos. El 26% dice que se salta los detalles de los términos y condiciones al instalar el software. Esto podría significar que no saben a qué tipo de datos acaban de otorgar el acceso, qué programas adicionales podrían haber instalado o cómo podría haber cambiado la configuración del sistema operativo.
Sólo el 12% de los que tienen más de 45 años pasan por alto la letra pequeña. Las personas más jóvenes también muestran menos cuidado al bajar archivos, con uno de cada tres (31%) que bajan archivos de diferentes fuentes, en comparación con el 10% de los usuarios de más edad. Uno de cada cuatro (24%) de los que tienen 24 años o menos estaría dispuesto a desactivar su solución de seguridad si ésta tratara de impedir la instalación de un software; esto es algo que sólo el 13% de los encuestados mayores harían.
Sin embargo, según la investigación de Kaspersky Lab, cuando se les presenta una amenaza, los más jóvenes tienen más experiencia en la detección del malware. Cuando se les pidió bajar una canción desde cuatro muestras, uno de cada tres jóvenes (30%) optó por el archivo ´.exe´ más peligroso, en comparación con casi la mitad (42%) de los mayores de 45. La opción más segura, “.wma” fue seleccionada por sólo uno de cada cinco de los usuarios de más edad, pero el 29% de los más jóvenes. No es de extrañar que a la luz de ese comportamiento en línea menos prudente, las personas más jóvenes tengan más probabilidades de verse afectadas por una infección de malware.
El 57% de los menores de 24 años se vieron afectados en 2015, comparado con el 34% de los usuarios de más edad. Debido a su falta de experiencia con los riesgos presentes en línea, las víctimas del malware que tienen más edad fueron más propensas a decir que no entendían cómo se habían infectado: 17% en comparación con sólo el 10% de los menores de 24 años. “Si bien es claro que los usuarios de Internet con edad más avanzada tienden a tomar menos riesgos con su información personal en línea, cuando se enfrentan a una ciberamenaza son menos ciberperspicaces para identificarla y lidiar con ella.
No hay como tener un fuerte instinto de protección digital. Es importante que los usuarios de todas las edades sean cautos y vigilantes en línea y conscientes de las amenazas potenciales, independientemente de la frecuencia y del uso que le den a la Internet. Las personas también deben tener instalada una solución de seguridad que les proporcione una protección total al bajar e instalar archivos y comunicarse en línea”, comenta David Emm, Investigador Principal de Seguridad de Kaspersky Lab.