Dicho reporte agrega que, como la mayor parte de las exportaciones se concentra en el primer semestre y dado que las importaciones seguramente continuarán ubicándose por encima de las cifras de 2015, el saldo de la balanza comercial probablemente sea negativo, aunque menor en valores absolutos a los 3.035 millones de dólares de déficit registrados el año pasado.
El análisis de la balanza comercial del primer semestre, según el informe del CENE, indica que, si bien mejoró el saldo en casi US$ 1.000 millones, al pasar de un valor negativo de 483 millones a uno positivo de 479 millones, esa evolución fue acompañada de un descenso tanto en las exportaciones como en las importaciones.
De hecho, las ventas al exterior de productos primarios aumentaron en volumen 21,8%, pero solo 9,6% en valor, ya que sus precios cayeron 10%. Las de manufacturas de origen agropecuario lograron una expansión en cantidades de 17,6%, pero apenas de 3,7% en valor, a raíz de que sus precios retrocedieron 11,9%. Las de origen industrial retrocedieron tanto en volumen como en precio -11,1% y 5,3%, respectivamente-, lo cual se tradujo en una merma en valor de 15,9%.
Según el reporte de la UB, el retroceso en las exportaciones industriales no solo se concentró en la industria automotriz, afectada por la crisis del mercado brasileño, sino también en rubros como tubos sin costura, material plástico, papel, cartón y publicaciones, textiles, máquinas y aparatos.
Con relación a las importaciones, todos los rubros mostraron caídas en los precios y subas en las cantidades. En efecto, según el informe del CENE, pese a la devaluación y la contracción del mercado interno, el levantamiento del cepo cambiario y de las restricciones a la importación se tradujo en mayores compras en el exterior.
En particular, crecieron las importaciones de vehículos de pasajeros procedentes de Brasil. También se incrementaron las importaciones de bienes de consumo originarias de China. Por lo contrario, cayeron las importaciones de bienes intermedios y de capital, reflejando la menor actividad económica de la industria, completa el análisis del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano que dirige el economista Víctor Beker.