El acuerdo estuvo a punto de colapsar por la rebelión regional belga, que deja un manto de sospecha sobre la futura política comercial de Europa.
Finalmente, luego de demoras y postergaciones, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau viajó a Bruselas el domingo para firmar el histórico acuerdo.
Bruselas respiró aliviada una vez que en el último minuto se logró la aceptación de los valones, pero quedan profundas sospechas sobre la capacidad de negociar de la unión de 28 países europeos.
CETA será lo máximo que Europa pueda avanzar en liberalización de comercio de ahora en adelante. “Es inevitable ahora que europa tendrá que aspirar a acuerdos comerciales menos ambiciosos a raíz de este incidente”. dijo Hosuk Lee-Makiyama, director del think-tank ECIPE en Bruselas. Explicó que recibirán ofertas menos ambiciosas porque no se va a esperar de ropa que sea capaz de ratificar acuerdos comerciales. Según su criterio, los sectores de inversión y servicios serán retirados de pactos comerciales futuros.