Con la abundancia de opciones en la calle, de apps en el teléfono y de lugares para comer de todo tipo y en todas partes, los que sufren con las nuevas generaciones son los grandes supermercados como Walmart.
Los Millennials prefieren ir al bar antes que al supermercado. Pero no son solo ellos los que se retiran de la compra semanal. Personas bastante más grandes dan muestras de haberse hartado de esos lugares enormes, donde se pierde muchos tiempo en recorrida y en colas. Hoy hay muchas aslternativas para compras más rápidas y también más baratas. En Argentina tenemos los famosos “chinos” , que son supermercaditos donde se compra casi todo lo que uno puede ir a buscar a un mercado grande.
Luego, con la inflación y los restaurantes convirtiéndose en prohibitivos como alternativa de almuerzo de trabajo, florecieron los otros “chinos”, los del centro adonde va la gente a comprar su almuerzo y paga la comida por peso. La variedad es tan grande y hay tanta cantidad de locales que mucha gente compra allí también la comida para la cena.
La imagen completa es la de una sociedad dando la espalda al supermercado