Todo el mundo feliz: cada uno ve lo que quiere ver. Eso, explica un experto, fue posible gracias a unos pequeños cambios que la red social introdujo en el año 2014 y que, sin querer, abrieron la puerta a las noticias falsas.
Ryan Broderick, subdirector de noticias globales de Buzzfeed, acaba de publicar un artículo donde muestra el momento –2014 — en que pequeñas modificaciones en la plataforma social fueron llevando poco a poco a este presente en el que reinan las noticias falsas que buscan enfervorizar espíritus.
Aquí, una reproducción de los trozos más significativos de su relato como un aporte a la toma de conciencia sobre el efecto subliminal que podría estar teniendo la red social en las opiniones.
El 17 de diciembre de 2013 Facebook anunció que los videos que ponen los usuarios en sus muros comenzarían a hacer “autoplay“, o sea, que repetirían ad infinitum. Aparecerían en mudo y al final habría un carrousel mostrando videos relacionados para el que quisiera mirarlos. Días más tarde, el día de navidad, el jugador de rugby Ross Samson subió un video de él en su casa mirando a la cámara de su celular y diciendo: “nomino a todos cuyo cumpleaños no es hoy, Feliz Navidad” y se bajó una botella de cerveza de una sola vez. El video se viralizó y dio origen a la costumbre de “nominar”.
El meme del video era una carta en cadena, en la que la consigna era que una vez que alguien era “nominado” tenía que bajarse, en cámara, una botella de cerveza de un golpe y luego nominar a alguien más. Así nació la costumbre de las nominaciones por video que circuló durante un tiempo por las redes con la adhesión de deportistas famosos.
Luego vino otro meme que dio la vuelta al mundo: “el desafío del balde de hielo”, que comenzó a hacerse para recaudar fondos para la Asociación para la Esclerosis Amiotrófica Lateral (ALS). Para mediados de 2014, 2,4 millones de videos con el Ice Bucket Challenge habían circulado por Facebook y ALS había recibido US$ 100 millones en donaciones.
El tremendo impacto de ese meme fue la primera indicación de que Facebook había cambiado la estructura de la cultura popular. Ahora, dos años después, comenzamos a ver las consecuencias de todo esto en todo el mundo.
Donald Trump entrará en enero a la Casa Blanca, Gran Bretaña votó a favor de abandonar la Comunidad Europea y el ultra conservador Rodrigo Duterte ganó la presidencia en Filipinas. Y antes del final del año que viene Austria, Francia e Italia podrían estar eligiendo líderes nacionalistas, populistas y anti Unidad Europea.
Aunque sería simplista atribuir el surgimiento global del nacionalismo y del pensamiento ultraderechista solamente a los algoritmos de Facebook, es innegable la rapidez con que están creciendo estos movimientos políticos de la ultra derecha gracias a algunos cambios fundamentales que Facebook introdujo en 2014.
Hace dos años la red social anunció que introducía una modificación en su algoritmo con el fin de que la gente se demorara más tiempo en el muro. Eso significaba que los comentarios y el relacionamiento comenzaban a importar más que antes, lo cual significaba a su vez que el contenido que coincidía con la identidad de cada uno adquiría más valor. Fue un momento clave en el ecosistema de Facebook.
Los altos ejecutivos de la red social están ahora aceptando considerar el papel que pueden haber tenido en la victoria de Donald Trump. Mark Zuckerberg comenzó diciendo que era una locura pensar que las noticias falsas que se compartieron por toda la red afectaron el resultado de las elecciones. Por eso es probable que nadie, en toda la dirigencia de Facebook, haya pensado en lo que ese cambio introducido en el algoritmo podría significar en el largo plazo.
Internet cambió
Hossein Derakhshan, un bloguero iraní de 41 años, advirtió este fenómeno antes que nadie. Estuvo preso en Teherán durante 6 años por lo que publicaba en su blog. Cuando fue liberado en 2014 notó que Internet había cambiado fundamentalmente: en vez de los blogs y las plataformas independientes conectadas por hipervínculos que había dejado cuando entró a la cárcel, encontró un puñado de redes sociales cerradas y apenas conectadas entre sí: por ejemplo, Instagram, Twitter y Facebook. Eso le preocupó. El año pasado, en una entrevista con Buzzfeed, dijo que creía que el contenido de Facebook estaba radicalizando a los usuarios.
Derakhshan cree que el proceso que contactó a jóvenes musulmanes y los radicalizó es muy probable que esté ocurriendo en otras comunidades. “Creo que las noticias que nos aparecen en nuestro muro refuerzan nuestras opiniones y a cada uno le intensifica su posición. Entonces, en lugar de exponernos a visiones y discusiones diferentes, nos quedamos atascados en nuestra propia posición.” Y así, la gente vive satisfecha en los “capullos de confort” que crea Facebook. “Todos contentos porque solo ven lo que quieren ver: aquello con lo que coinciden”.
Derakhshan escribió un blog advirtiendo que el persistente viaje de Facebook hacia el video conducirá “a más Trumps y Berlusconis en todo el mundo” y cree que la reducción del texto online en general es una amenaza para la democracia.
Si bien el algoritmo de Facebook aparenta poner el acento en lo nuevo y lo popular, ha contribuido a asegurar que los usuarios permanezcan todo el tiempo posible en sus muros, dice. Para el resto de las páginas web, esto significa que tienen que entrar en una feroz competencia para crear contenido capaz de viralizarse. Y así es como Facebook, el lugar donde la mayoría de la gente se informa, se ha inundado de noticias falsas, noticias sensacionalistas.
Según Gizmodo, cuando al principio la red empleaba personas para manejar la sección tendencias hubo denuncias de que éstas podrían haber suprimido historias provenientes de agencias noticiosas conservadoras. La versión provocó un estallido de indignación entre editores y políticos de derecha y Facebook despidió a todo el plantel humano y automatizó el proceso. Esperaba así terminar con las acusaciones de parcialidad.
Dos días después, apareció una historia falsa.
Y desde entonces las noticias falsas circularon con regularidad y abundancia. Es tan fácil crear tendencia con noticias falsas que los muchachos que trabajan en Macedonia ganaban US$ 3.000 por día alimentando a los seguidores de Trump con historias virales que machacaban sus argumentos.
Ahora Facebook y también Google anunciaa que eliminarán de sus redes de publicidad a los sitios de noticias falsas. Pero las personas que escriben en esos sitios están tranquilas. “A Facebook no le interesa cuestionar a nadie, no quiere molestar a nadie porque sabe que si la gente se siente cuestionada va a usar menos la plataforma”, dice Derakhshan. “Lo más revelador es que no podemos mostrar nuestra reacción ante nada de lo que vemos en Facebook, no podemos decir si coincidimos o no, tampoco decir si es verdad o falso; lo único que podemos expresar es unasentimiento: me gusta o me encanta. Eso nomás ya lo dice todo. “
Lo más alarmante del problema de las noticias falsas es que resultan ser más virales que las noticias reales. No importa tanto la cantidad de noticias falsas como la cantidad de personas que las lee y las comparte.
Las investigaciones realizadas por Buzzfeed indican que el algoritmo de noticias de Facebook no solamente fomentó la circulación de noticias falsas sino que 40’% del contenido publicado pos las páginas de ultra derecha de Facebook y 19% del contenido publicado por páginas de extrema izquierda era falso o engañoso. La investigación descubrió también que en un pueblo de Macedonia grupos de adolescentes habían mucho dinero publicando miles de noticias derechistas en cientos de sitios web de noticias falsas. Cuando una historia se viralizaba ellos ganaban dinero con los avisos que la acompañaban.
La victoria de Trump en noviembre marcó el momento en que algo que había estado latente y en la periferia durante casi dos años se adueñe de la escena con la misma fuerza de un meme. Su campaña sintetizó los aspectos más efectivos de tea party, del movimiento anti Unión Europea, y todo lo que vino antes que él. El 9 de noviembre Marine Le Pen tuiteó desde Francia: “Felicitaciones al nuevo presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump y al pueblo americano libre”. Frauke Petry en Alemani calificó la victoria de Trump como alentadora. !” Viktor Orbán, el líder nacionalista de Hungrí escribió en Facebook”la democracia todavía está viva” . El líder ultraderechista holandés Geert Wilders tuiteó “La gente está recuperando su país. Nosotros también lo haremos.”