Buscá un empleo que te guste o un proyecto que te entusiasme en el empleo actual.
Idealmente, lo lindo es buscar un empleo que te haga levantar de la cama con ganas de ir, pero si ese no es el caso, hay algunas cosas que se pueden hacer para aliviarlo. En ese caso, lo mejor es tratar de encontrar un proyecto o una tarea específica en la que te puedas lucir y que te dé satisfacciones. Buscar también oportunidades de aprendizaje para que la tarea no sea siempre la misma.
Llena un cajón del escritorio con cosas de comer que te gusten mucho
No hay nada como una deliciosa barrita de chocolate para levantar el ánimo. Trata de llenar un cajón con snacks saludables dentro de lo que te gusta. El tipo de cosas que llaman “comida de confort”.
Conversá un ratito con algún compañero o compañera
La conversación permanente sobre el trabajo llega a saturar. Hace falta de vez en cuando una charlita divertida para cortar la monotonía de lo que estamos haciendo. Eso, además de reducir el estrés, refuerza el sentimiento de equipo y amistad. Cinco minutos alcanzan.
Encuentra un momento para caminar un poquito
No conviene estar aplastadas todo el día en el sillón del escritorio. Se puede caminar durante la hora del almuerzo o salir unos minutos al terminar una tarea importante. El caminar energiza y también permite hacer un intervalo en un trabajo complicado. Y si se puede, habría que hacer algo más todavía: tomar un cafecito con un colega. De esa manera tenemos aire, cafeínay una conversación positiva todo junto.
Trabaja con personas de tu agrado
Esto es fundamental para el disfrute general en el trabajo cotidiano. Estar sentado junto a una persona que se queja todo el tiempo de todo hace que estemos todo el tiempo mirando el reloj para irnos a otra parte.
Concentrate en tus logros y no pienses en la interminable lista de cosas para hacer
No permitas que el trabajo pendiente te sumerja en el estrés. Cuando más te concentres en lo que has hecho bien en el día, más rápido pasará el tiempo porque estarás menos abrumada por lo que sigue en la lista y disfrutarás el logro de lo hecho.
Escuchá una música que te levante el ánimo entre tarea y tarea
No hay nada de malo en ponerse de vez en cuando los auriculares, escuchar una canción que nos gusta mucho y luego sacarlos y seguir trabajando. Ese es otro recreo mental donde la intención es enfocarse en cómo nos hace sentir la canción. El objetivo no es no escuchar a los demás sino cambiar el humor por efecto de la magia de la música.
Poné cosas lindas arriba de tu escritorio, cosas vistosas, que te gusten y que te hagan sonreír
Pueden ser fotos de amigos, familiares, pueden ser carpetas de colores lindos y lapiceras vistosas. Siempre manteniendo un estilo profesional, pero si hacen sonreír, mucho mejor. Siempre se pueden esconder, si hace falta por la llegada de un cliente externo, por ejemplo.
Buscá sentarte en otro lugar
Si el diseño del lugar de trabajo es flexible, esto es fácil. A veces un nuevo lugar da una nueva perspectiva. Pero si el lugar no lo permite, lo que se puede hacer es llevar la laptop a la cocina y trabajar allí durante media hora. Ese cambio de ambiente basta para sacudir la monotonía.