Según el informe de PwC “Young Workers Index 2016”, gobiernos y empresas pueden resultar beneficiados si ayudan a posibilitar que esto suceda.
“Los jóvenes pueden tener oportunidades de ingreso al mercado laboral, si se cuenta con programas que permitan detectar necesidades locales para favorecer la inclusión laboral en la región y el desarrollo de la misma. Generando programas académicos que brinden conocimientos que posibiliten un rápido ingreso al mercado laboral, satisfaciendo las necesidades locales puntuales. Todo plan académico requiere tanto el desarrollo de conocimientos formales, así como de habilidades para intervenir en el mundo en que vivimos” dice María Fernanda Ãlvarez Apa, gerente del área People & Change de PwC.
En esta nueva investigación se muestra cómo cada uno de los países de la OCDE está desarrollando el potencial económico de los jóvenes y cómo esta actuación ha cambiado con el tiempo. También se estimaron los beneficios económicos potenciales de conseguir que los jóvenes adquieran empleo, educación o capacitación.
Dentro de las conclusiones de estudio encontramos que los países de Europa central como Suiza, Alemania y Austria una vez más están en el podio en el Ãndice de Jóvenes Trabajadores de PwC, que compara el impacto en el mercado laboral y la participación en el sector educativo de jóvenes de entre 15-24 años en 35 países de la OCDE desde 2006.
Los tres países con mejor desempeño pudieron mantener bajo el desempleo juvenil luego de la recesión global como resultado de fuertes sistemas educativos que promueven la capacitación vocacional y pasantías, y que colaboraron para reducir el número de jóvenes que abandonan la red del mercado laboral.
Achicar brechas
De acuerdo con María Fernanda Ãlvarez Apa, “las brechas en el nivel de educación de los jóvenes pueden achicarse con planes de capacitación empresaria, convenios escuela – empresa, pasantías, favoreciendo la inclusión y nivelación de los jóvenes con menor calidad de formación académica”.
El informe también estima que bajar las tasas de los jóvenes que no estudian ni trabajan (Ni-Ni) a los niveles alemanes -10%- generará una mejora potencial en las economías de los países de la OCDE.
“Cada día se crean nuevas necesidades y se generan nuevos campos del saber, que impulsan la adaptación de los programas académicos. En este punto podemos tener una oportunidad de mejora, diseñando programas académicos modulares que puedan integrar nuevos conocimientos y habilidades a medida que se avanza en la carrera, manteniendo la currícula actualizada, a medida que avanza el plan de estudios. Contar con actualización permanente, permite estar a la altura de las necesidades de talento que requieren las empresas y los países”, concluye Ãlvarez Apa
(Una copia del Ãndice de Jóvenes Trabajadores de PwC está disponible en www.pwc.co.uk/youngworkers.)