Las divisiones de Facebook y Google especializadas en aprendizaje de máquinas han creado algoritmos para poner la información que los usuarios quieren ver. Pero no han podido entender ni vetar esa información. Lo cierto es que los expertos en tecnología creen que es irreal esperar que puedan hacerlo.
Hasta ahora, la Inteligencia Artificial lee un texto, comprende el concepto y tiene idea del significado general. Puede traducir de un idioma a otro porque todo lo que tiene que saber es el procesamiento de la oración. Pero para saber si una información es veraz o no necesita información recién publicada que le sirva para verificar que tal vez todavía no esté publicada en Internet.
¿Cómo hacen los humanos para chequear hechos? Una rigurosa interrogación de la verdad es la primera función de cualquier fuente de noticias que busca ganarse la confianza del público , pero la plataforma abierta de Internet ha generado un torrente de sitios web que su adscriben a los ideales periodísticos. Y así, millones de lectores que tratan de separar verdad de mentira se remiten a los sitios que tienen investigadores humanos y personas dedicadas a eliminar todas las falsedades que circulan por Internet.