Investigadores, empresas, emprendedores y potenciales inversores se encontraron en BioArgentina 2016, una cita organizada para promover la vinculación público-privada en biotecnología. Participaron más de 500personas y se realizaron 300 entrevistas en donde científicos presentaron sus proyectos más innovadores a firmas nacionales.
La jornada fue organizada por la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB) y contó con el auspicio del Gobierno y la Municipalidad de Santa Fe, el CONICET, la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad Nacional de Rosario, Endeavor y la Unión Industrial Argentina (UIA).
En la apertura del evento, Hugo Sigman, presidente de la cámara, expresó “que el espíritu del encuentro es potenciar el conocimiento y la capacidad de los jóvenes emprendedores para desarrollar sus propios proyectos, y que sus ideas se puedan transformar en empresas en el futuro”.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe, Eduardo Matozo, también participó de Bioargentina, y señaló el grado de desarrollo del sistema científico de la provincia. “Contamos con el mejor indicador del país por habitantes: casi cinco de cada mil habitantes son investigadores. Esto nos permite una sinergia única entre conocimiento y producción”, afirmó. José Corral, intendente de Santa Fe, señaló durante la jornada que “promover este tipo de eventos de vinculación genera emprendimientos con inversiones que contribuyen al desarrollo del país”.
Bioargentina contó además con expertos internacionales en biotecnología que dialogaron sobre la necesidad de generar un ecosistema emprendedor con capacidad para transformar la vida de las personas.
Ryan Bethencourt, director de IndieBio, la prestigiosa aceleradora de bioempresas de San Francisco, Estados Unidos, manifestó que vino al país a “buscar y seleccionar entre 5 y 10 biocompañias locales para invertir”. Su aceleradora contribuye a crear treinta nuevas empresas de biotecnología, medicina y diagnóstico por año. Para este científico emprendedor, “el mejor modelo de innovación son los laboratorios de biohackers que permiten que los investigadores desarrollen biotecnología por si mismos, a modo de código abierto, lo que permite que sus hallazgos puedan ser utilizados por cualquier persona en cualquier parte del mundo. Esto es fundamental para el acceso a medicamentos imprescindibles”.
Por su parte, Gabriela Cezar, CEO de Panarea Partners, dedicada al desarrollo de compañías especializadas en Ciencias de la Vida de América Latina y Ãfrica señaló la importancia de que países como la Argentina “desarrollen moléculas innovadoras para pensar en nuevos tratamientos para los pacientes sin depender de las inversiones que realicen las grandes compañías farmacéuticas”.
Como cierre del encuentro, Graciela Ciccia, directora de la CAB, anunció el nuevo fondo de inversión de US$ 2 millones para impulsar la creación de empresas innovadoras de base científica de todo el país.
