Con la victoria de Moon los liberales vuelven al poder después de casi diez años. Moon ganó con cómodo margen alrededor de la medianoche de ayer aunque los resultados oficiales recién se darán a conocer mañana miércoles.
Las recientes elecciones pusieron punto final a un drama nacional en el cual un escándalo de corrupción, protestas masivas y juicio político defenestraron y condenaron a la cárcel al presidente.
A Moon le aguarda la tarea de poner límites al poder de las grandes empresas, detener los abusos que cavaron la fosa del anterior presidente, normalizar las relaciones con Estados Unidos y China y cumplir su promesa de encarar un nuevo método de aproximación a Corea del Norte. En este último tema su posición es totalmente diferente de la de sus antecesores. Si bien condena el cruel régimen dictatorial de Corea del Norte también aspira a lograr la reunificación pacífica algún día.
“Para lograr eso”, decía en la campaña, “debemos comenzar por aceptar a Kim Jong-un como su líder y como nuestro socio en el diálogo”.