“Para cumplir con mi solemne obligación con Estados Unidos y sus ciudadanos, el país se retira del acuerdo de París pero comenzará negociaciones para re-entrar al Acuerdo de París o a otra transacción totalmente nueva”.
“Más que sobre el clima, ese acuerdo significa que los demás países obtienen ventaja financiera sobre el nuestro”, dijo. Con una retahíla de cifras explicó que el Acuerdo de París le exige a Estados Unidos sacrificios que no pide a los mayores contaminantes del mundo, como China e India. Aseguró que luchará por obtener con el resto del mundo otro tratado que no signifique sacrificios para su pueblo. Un tratado que permita al país usar tanto las energías renovables como el carbón, el petróleo y el gas para así dar empleo al pueblo norteamericano.
Con esta decisión Trump ignora los pedidos de Naciones Unidas, de los líderes mundiales, de los jefes de empresas desde Apple hasta ExxonMobil y también el Papa.
La Unión Europea y China ya le respondieron formando una nueva alianza verde con intención de llenar el vacío de deja Estados Unidos del pacto climático global.
Barack Obama reaccionó inmediatamente diciendo que serán los países que quedaron dentro del Acuerdo (todos menos tres) los que se beneficien con crecimiento de industrias y empleo.
La Unión Europea también lamentó la decisión: “Hoy es un día triste para la comunidad global porque un socio clave le da la espalda a la lucha contra el cambio climático”, dijo Miguel Arias Cañete, presidente de la comisión del clima de la Unión Europea.
Al otro lado del atlántico, el vicepresidente Mike Pence presentó al primer mandatario diciendo: “Gracias al Presidente Donald Trump, América ha vuelto”.