La idea puede parecer descabellada a muchos, pero la automotriz no parece tener muchas otras opciones y podría hacerse realidad. Fiat Chrysler está en venta desde hace dos años. En 2015 la rechazó General Motors y varias automotrices tradicionales que podrían haberse interesado están tapadas de problemas propios o han hecho otras grandes adquisiciones.
Por otra parte, el CEO Sergio Marchionne desea retirarse en 2019 y ha dicho que el plan a cinco años que diseñó en 2014 será su último. Busca, entonces un socio o un comprador que le ayude a controlar los costos, a cumplir con las regulaciones sobre emisiones y a desarrollar tecnología para autos eléctricos y autónomos. Si bien Fiat Chrysler tiene actualmente una sólida posición financiera, está en desventaja frente a sus competidores en lo que se refiere a vehículos híbridos y eléctricos o al desarrollo de tecnología autónoma.
Tanto la alemana Volkswagen como la francesa PSA Groupe fueron consideradas durante los dos últimos años como posibles socias o compradoras de Fiat Chrysler. Pero en Volkswagen, la gerencia y las finanzas han atravesado momentos difíciles y el grupo Francés aceptó comprar la división europea de GM en marzo por US$ 2.200 millones. Eso deja a FC con pocas opciones.
Es aquí donde aparece la opción china. Hace tiempo que las automotrices chinas han dado señales de tener sus ojos puestos en Estados Unidos. Great Wall Motor Company, una automotriz china, se prepara para ofertar por todo o parte del grupo ítalo-americano. Muestra específico interés en su marca Jeep. De concretarse, se trataría de la operación de manufactura de más alto perfil en China hasta la fecha.
