lunes, 23 de diciembre de 2024

Productos: la etiqueta es clave

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Muchos hogares preocupados por la nutrición leen la información de la etiqueta

Así se desprende del estudio Concern Monitor 360° realizado por Kantar Worldpanel en conjunto con Kantar Futures, que segmenta a la población en base a sus niveles de preocupación por la nutrición.

Los más preocupados declaran leer las etiquetas para cuidar su salud, los de mediana y baja preocupación los hacen para conocer los nutrientes que contienen principalmente con sus hijos en mente. “La información más buscada en las etiquetas son: cantidad de grasas, calorías y sodio” explicó Renata Segovia, Solutions Manager de Kantar Worldpanel.

Los hogares de alta preocupación son los más propensos a dejar o disminuir la compra de un producto debido a la información leída en su etiqueta (63%), mientras que para los de baja preocupación el impacto es considerablemente menor (26%). Así, los hogares altamente concientes en su alimentación, alineados a lo que miran en las etiquetas (grasas y calorías), registran un consumo por encima de la media de versiones light en bebidas, lácteos y alimentos.

La mayor conciencia en la lectura de etiquetas es parte de una tendencia global de salud y nuestra región no es la excepción: Chile avanza con la ley de etiquetado para alertar sobre niveles de  azúcar, sodio, calorías y grasa saturadas en productos de consumo masivo. Además, la canasta de productos saludables crece por encima del promedio del mercado. Ecuador utiliza etiquetado frontal con semáforo de tres colores para azúcar, grasa y sal.

Si bien, en Argentina no existe una reglamentación al respecto, la preocupación sí está presente en el 29% de los hogares que son los que están altamente preocupados por su alimentación, esto equivale a 3,8 millones de hogares. Estas familias se destacan por ser de niveles altos y gastar un 36% más en la canasta de productos light respecto a los de baja preocupación.

El desafío para la industria es estar preparados desde la oferta para cubrir las necesidades de los distintos grupos con un portfolio de productos adecuado a cada segmento con el eje transversal de ser claros en el empaque y etiquetas. “El consumidor está prestando atención a este recurso, ¿por qué no aprovecharlo? Es otra forma de comunicarnos con ellos antes de la decisión final de compra” finalizó Segovia.

 

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