Dostadning, o el arte de hacer “limpieza de la muerte” es un fenómeno sueco mediante el cual los viejos y sus familias ponen sus cosas en orden. En un libro que a la vez es gracioso, sabio y práctico Magnusson da consejos sobre cómo hacer para deshacernos de trastos viejos en la casa y reducir nuestras posesiones para que nuestros seres queridos no tengan que hacerlo por nosotros.
Es difícil adivinar cuando la autora sueca habla en serio. No queda del todo claro si su intención al publicar el libro “El discreto arte de la limpieza sueca de la muerte” es mofarse de los libros de auto-ayuda dedicados a la limpieza y la organización o dar a todos un consejo bienintencionado para vivir con menos cosas.
De cualquier modo la autora, que es una artista “entre los 80 y los 100”, como se define ella misma, plantea una cosa lógica cuando dice que, si no logramos motivarnos para limpiar por el simple hecho de limpiar y liberar espacio, deberíamos pensar en la carga que dejaremos a nuestros seres queridos cuando, este…, pasemos a mejor vida.
Eso es algo que ella experimentó personalmente después de la muerte de sus padres, de sus suegros y de su marido. Y es algo que muchos jóvenes de hoy están viviendo. Una tarea desagradable, triste y hasta posiblemente cara.
Pero Magnusson dice que no hace falta estar cerca de los años de la muerte para realizar esa tarea y da consejos sólidos para organizar el hogar en cualquier momento después de los 50.
De nuevo, es difícil saber cuándo habla en serio al dar sus consejos. De lo que no cabe duda es que en Suecia hay una palabra para esto, y es Döstädning, “dö” significa “muerte” y “städning” significa “limpieza.” Los suecos hacen “limpieza de la muerte” para librarse de todas las cosas innecesarias que fueron acumulando a lo largo de la vida para ir dejando la casa cada vez más en orden a medida que envejecen. Ese es el significado estricto. El significado ampliado es deshacerse de trastos y cosas viejas para hacer la vida más simple y más agradable. No necesarimente tiene que ver con la edad ni con la muerte. Si los cajones ya ni cierran de tan llenos, es porque ha llegado la hora de hacer algo con tantas cosas acumuladas: tirar, regalar, donar o vender lo que ya no usamos.
