Hay una fuerte demanda en todo el mundo para comprar el teléfono que marca el décimo aniversario del iPhone.
Desde la noche de ayer jueves largas colas de personas en Singapur, Japón y Australia se formaron afuera de los respectivos Apple Stores de la misma forma en que ocurrió 10 años atrás cuando el 29 de junio de 2007 salió por primera vez a la venta. La gran diferencia está en el precio. El iPhone X cuesta a partir de US$ 999. La primera versión del iPhone salió costando US$ 499.
Con semejante demanda Apple calcula que tendrá ingresos entre US$ 84.000 y 87.000 millones durante la temporada de las fiestas de fin de año, con lo que tranquilizará a los accionistas preocupados por si la producción no da abasto con la demanda.
En Singapur las autoridades tuvieron que poner guardias de seguridad para que dividieran la cola en secciones durante la noche. En Sydney, Australia, los fans llevaron reposeras para pasar la noche mientras que otros vendían a precio de oro lugares en la cola horas antes de la apertura del negocio.
En Tokio, Iori Watanabe y su hermano llegaron dos días antes para ser los primeros de la cola que luego fue de 500 personas.
