Cuando Donald Trump anunció que se retiraba del Acuerdo de París por el cambio climático, se unía a Siria y Nicaragua para constituir el trío de países no firmantes. Los otros dos tenían excusas legítimas: Siria estaba en medio de una guerra y Nicaragua pensaba que el acuerdo no era so suficientemente ambicioso. Ahora esos dos países cambiaron de idea . en la reunión en Bonn que está teniendo lugar en estos días el gobierno sirio anunció que firmará el Acuerdo y el mes pasado firmó Nicaragua.
El Acuerdo de París fija una meta para impedir que la temperatura global suba más de 2º centígrados por encima de los niveles preindustriales. Por encima de ese umbral los cambios en el clima pueden ser irreversibles. Eso exige que el mundo logre emisiones cero de gases de invernadero para el año 2050 más o menos.
El Acuerdo de París deja que cada país fije su propio plan de acción. De acuerdo a los compromisos actuales, aunque Trump cambiara de opinión y se uniera al esfuerzo conjunto la reducción total de emisiones calentaría el planeta más allá del límite de 2ºC. Los países reunidos esta semana en Bonn están tratando de encontrar formas de trabajar juntos para asegurar que no se supere ese umbral.