“En una industria donde la volatilidad externa conforma un determinante crucial del desempeño, el 2018 inicia su camino como una extensión del proceso de recuperación que viven los precios de los principales commodities energéticos desde finales del 2016, especialmente en lo que se refiere a petróleo y gas.”, afirma el informe especial de KPMG Argentina titulado “Industria del Petróleo y Gas: temas relevantes para2018”, en el cual se analiza lo ocurrido en el sector durante los últimos años y se traza una perspectiva de los desafíos para el presente.
“Luego de una abrumadora caída en el nivel de precios, que puede estimarse en una cifra mayor al 60% acumulado hasta 2016 tanto para uno (petróleo) como para el otro (gas) desde los máximos alcanzados en 2012 y 2008 respectivamente; en los dos últimos años ambos commodities vienen recuperándose coronando un crecimiento mayor al 20% en 2017, lo que permitió que pasaran de US$/bbl 43 (precio promedio de la canasta de petróleo WTI, Dubai y Brent) y US$/MMBTU 3,5 (precio promedio del gas producido en EE.UU. y la Unión Europea) en 2016, a cerrar en 2017 en US$/bbl 53 y US$/MMBTU 4,3, respectivamente.
Asimismo, durante el primer mes de 2018 el precio medio del crudo se ubicó en torno a los US$/bbl 66 (el Brent superó los US$/bbl 68), lo que refuerza la tendencia del precio y permite prever, como algunos expertos advierten, que el mismo se mantendrá en torno a los US$/bbl 70 hacia fin de año (2018). El cambio de tendencia y la previsión que efectúan los analistas se encuentran apoyados en dos factores preponderantes que no solo interactúan sino que contribuyen de manera sustancial al reciente re-equilibrio entre las fuerzas de oferta y demanda de la industria del petróleo y gas (P&G), como así también a las perspectivas alcistas que se abonan sobre la demanda futura”, agrega.
El documento describe que las restricciones en la oferta de crudo que lleva adelante el frente OPEP y sus socios en conjunto, a los efectos de paliar la elevada producción en los EE.UU., arrastran al precio de los hidrocarburos. “A juzgar por los últimos datos y las proyecciones del Banco Mundial, muestran una tendencia al alza para el 2018 y años venideros. En el plano local, en tanto, se han buscado establecer buenas condiciones internas para fomentar la inversión y la producción hidrocarburífera luego de años de postergación y un desempeño exiguo, explicado por la batería de políticas que privilegiaron el consumo doméstico pero sin medidas que impulsaran la oferta, lo que resultó en la generación de un importante déficit comercial en la cuenta energética que, desde 2011, erosiona el colchón de divisas del BCRA y limita el uso de esta importante fuente de recursos para otros fines”, señala.
Acuerdos con los actores
En cuanto a las políticas hacia el sector llevadas adelante por el gobierno, el informe afirma que el Poder Ejecutivo ha buscado formar acuerdos con los principales actores para reducir los costos laborales y mejorar los niveles de productividad, como así también ha levantado las restricciones existentes para la importación de bienes de capital y anunciado nuevas inversiones en infraestructura que buscarán comprimir los costos logísticos.
“Si bien es cierto que, en conjunto con el Plan Gas, el programa de subsidios al precio doméstico del barril de petróleo ha visto su fin en 2017, liberándose de esta manera el precio de los combustibles, persisten otros programas como el de estímulo a la producción de gas no convencional para la provincia de Neuquén (que tendrá vigencia hasta 2021), el cual recientemente ha sido extendido para los proyectos en etapa de desarrollo y promovido sus beneficios a otras cuencas como la Austral.
Según Diego Calvetti, Socio líder de Petróleo & Gas, y Minería / KPMG Argentina “el actual contexto de precios permite proyectar un 2018 de buen nivel de actividad para la industria; el no convencional ha comenzado lentamente a entregarnos su producción, y en la medida que mayor cantidad de proyectos superen la fase de piloto y pasen a escalas cada vez mayores de producción se irá acelerando el flujo y el peso relativo de estos recursos en la matriz productiva de hidrocarburos. Grandes pasos se han dado en los últimos años para afianzar este sendero, esperamos que las tendencias puedan consolidarse y comenzar a dejar atrás en los próximos años las etapas declinantes de producción, con un mayor foco en gas. El off shore representará también una importante oportunidad para el sector este año, el país cuenta con una enorme superficie marítima sin explorar y los recursos allí encerrados puedan generar un nuevo envión de inversiones y entrada de jugadores internacionales al sector.”