lunes, 23 de diciembre de 2024

La economía marcha bien en Dinamarca

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El éxito económico de los daneses descansa en la liberalización del mercado.

Quien mire con envidia la economía de Dinamarca deberá entender que el menú de medidas que siguieron los daneses para lograrlo incluye 1) desaparición del salario mínimo, vital y móvil; mayor rol del sector privado en salud y educación, finanzas públicas sostenibles y una economía menos regulada. Sobre este basamento se levanta la envidiable economía de Dinamarca.

 

El éxito económico de Dinamarca no está basado en impuestos altos y mucho gasto estatal sino que descansa en la liberalización de la economía. El bienestar económico del país no es reciente. Según el economista Otto Brans Petersen, “Para prinipios de los 80 la economía estaba en malas condiciones, con alto desempleo, un enorme y creciente déficit fiscal y serios problemas con el déficit externo. Todos los gobiernos desde 1982 en adelante implementaron reformas estructurales sobre el estado de bienestar y el sistema impositivo, reduciendo la generosidad del estado y consolidando las finanzas públicas.”

Entonces el crecimiento de las políticas de bienestar concidió con un retroceso del éxito danés, y no al revés. Pero el país todavía podía recostarse sobre un considerable número de políticas de libre marcado.

En Dinamarca no hay salario mínimo y hay muy pocas restricciones para la contratación y el despido de empleados. Su sistema de salud exige el co-pago y aproximadamente 40% de los daneses tiene cobertura médica privada. Su excelente sistema educativo está financiado a través de u sistema de cupones. Un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) de 1995 menciona que los daneses creen que ” la libre elección de la educación y de la escuela es de vital importancia para el buen funcionamiento del sistema educativo”.

Según Mark Littlewood, quien hizo estas observaciones in situ para el diario The Times, hay otras recetas, que dicen estar basadas en hechos concretos, suelen confundir correlación con causalidad. A veces los políticos, dice, no observan el tiempo necesario para entender adecuadamente los datos económicos. Otras veces, miran solo un conjunto de factores que coinciden con sus propios planes o prejuicios o en análisis carentes de ecuanimidad.

La estrategia más sensata cuando se busca imitar el ejemplo de otros países, dice Littlewood, es mirar el método en su totalidad. En el corazón del método de Dinamarca están la abolición del salario mínimo, importante papel del sector privado en salud y educación, financias públicas sostenibles y una economía poco regulada.

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