¿Qué pasa cuando tomamos alcohol en el vuelo?
Después de tomar una bebida alcohólica el contenido de alcohol en sangre (CAS) tarda entre 30 y 60 minutos para lograr su máximo efecto. Por eso, consumir varias bebidas alcohólicas puede fácilmente querer decir que esperamos que el cuerpo acepte más alcohol del que el hígado puede procesar. En ese caso, el exceso de alcohol viajará por el torrente sanguíneo sin metabolizar y sin transformarse. La concentración de alcohol en la sangre, o CAS) subirá.
Viajando por el torrente sanguíneo, el alcohol llega finalmente al cerebro, donde actúa como sedante y ralentiza las transmisiones y los impulsos entre las células nerviosas que controlan la capacidad para pensar y de movernos. Aunque el alcohol es un depresivo, también elimina las inhibicions, lo que explica la conducta a veces alegre y a veces agresiva que se observa en personas que beben. Tambien aumenta la deshidratación.
Beber a bordo de un avión
Durante un vuelo, la presión barométrica en la cabina es menor que en muchos lugares sobre la tierra. Se la puede comparar con una altitud en montaña de entre 1.800 y 2.200 metros. Este entorno de baja presión disminuye la capacidad del cuerpo para absorber oxígeno y genera una sensación similar a la que se tiene después de consumir alcohol. Por lo tanto, ingerir bebidas alcohólicas durante un vuelo se notan más. O sea, que consumiendo la misma cantidad que en tierra, el efecto es mayor. Si a eso se le suma que el aire en la cabina es más seco, beber alcohol puede deshidatar más velozmente de lo que ocurriría en tierra. Para combatirlo, lo más aconsejable es beber mucho agua. Y abstenerse de ingerir alimentos muy salados.
Por todo esto, ya hay propuestas para eliminar la posibilidad de beber alcohol aburdo, de la misma manera que en su momento se prohibió el cigarrillo.