Esta última arremetida del presidente Donald Trump a China, amenazando con aplicar otros US$ 200 millones en aranceles a productos chinos, seguida de la amenaza de China de vengarse dólar por dólar tiene una víctima aparte de los dos protagonistas: la Organización Mundial del Comercio. En realidad, lo que está en jaque con estos últimos acontecimientos son las reglas sobre las que se basa el sistema comercial global.
Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump no ha hecho más que fustigar a todos y cada uno de los organismos multilaterales creados después de la Segunda Guerra Mundial.
Pero es la Organización del Comercio las que está aproximándose a un momento de crisis del que tal vez podría no haber retorno, según interpreta Simon Nixon en el Times de Londres.
Si eso ocurre, podríamos asistir al desmantelamiento de muchos acuerdos comerciales que han salvado del caos a la economía global durante los últimos 70 años.
En interpretación de Nixon, dos medidas de Trump han desencadenado la actual crisis. La primera es su decisión de invocar preocupaciones de seguridad nacional para justificar aranceles al aluminio y acero importados y amenazar con arancelar los autos importados. Esta excepción, que también fue usada por Rusia, ha colocado a la OMC en una posición imposible: debe decidir si respalda a los miembros que dicen que esos aranceles son en realidad proteccionismo ilegal y decir a Estados Unidos qué es y qué no es un legítimo interés para la seguridad del país; o respaldar a Trump, en cuyo caso habrá legitimado una gigantesca omisión al cumplimiento de las reglas comerciales imperantes.
La segunda fuente de crisis surge de la negación por parte de Trump a apoyar el nombramiento de nuevos jueces para el cuerpo de apelaciones de la OMC, que es el último árbitro para las disputas comerciales. La comisión consta de 7 miembros y actualmente tiene cuatro y en pocos meses más tendrá tres si Trump bloquea el renombramiento de uno de sus miembros cuyo período termina en septiembre.
Si no tiene el número necesario el cuerpo de apelaciones no podría decidir en disputas donde alguno de sus jueces tiene conflicto de intereses. Si Trump continúa bloqueando nombramientos, para mediados de 2019 no tendrá jueces suficientes. Como 80% de todas las decisiones de la OMC son apeladas, eso quiere decir que la capacidad para hacer cumplir las reglas comerciales estará paralizada.
Hay muchos que temen que la verdadera meta de Trump sea destruir la OMC. Hay infinidad de actitudes de su parte que traban, dificultan o paralizan el accionar del cuerpo multilateral.