viernes, 22 de noviembre de 2024

¿Un virus atacando el tumor cerebral?

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Es el virus de Zika, que ataca el cerebro del feto durante el embarazo.

Una terrible enfermedad viral podría servir en el futuro para combatir y prevenir el cáncer cerebral, segiere una nueva investigación publicada por Mbio.

El equipo de investigación de la Universidad ded Texas Medical Branch usó con éxito una versión modificada del virus Zika para matar en forma selectiva ciertas células madre que permiten seguir con vida los tumores cerebrales, al menos en ratones.

Transmitido principalmente por mosquitos, el Zika fue considerado durante mucho tiempo como una molestia menor. Durante décadas, luegodee su descubrimiento en los años 40.Apareció esporádicamente en Asia y Ãfrica. Causando siempre síntomas similares a los de la gripe en los infectados. Pero a partir de 2015, se produjeron brotes masivos del virus en América central, sur y parte de américa del norte. Tampoco esta vez als consecuencias fueron fatales pero más tarde se descubrió que podía haber defectos y malformaciones en niños nacidos de madres que habían contraído el virus durante el embarazo. Esos problemas congénitos incluían ceguera, extremidades deformes, microcefalia o cabeza más pequeña de lo normal. Todo eso parece resultar de un daño cerebral causado por el virus.

Los investigadores del estudio actual, liderados por el genetista Pei-Yong Shi de la Universidad de Texas Medical Branch, investigaron el Zika y sus primos virales durante años con esperanza de entender mejor cómo y por qué ataca el cerebro del feto. A diferencia de otros virus, ésta prefiere infectar un cierto tipo de célula que se encuentra en el feto que llaman célula neural progenitora. Y esa infección mata y previene el crecimiento normal de esas células en neuronas completamente maduras.

Mientras buscaban tratamientos contra el Zika comenzaron a preguntarse si ese apetito tan selectivo del virus podría usarse para bien.

La forma más mortal de cáncer cerebral, llamada glioblastoma multiforme (GBM), es prácticamente incurable, con menos de 5% de pacientes que sobreviven cinco años despsués del diagnóstico inicial. Lo que lo hace mortal es su tenacidad: los tumores casi siempre vuelven a crecer después de la cirugía y la quimioterapia.

Shi y su equipo piensan que el virus podría ser reequipado como arma anti cáncer.

 

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