Una fuerte reacción en contra provocó en China la última campaña publicitaria, que fue acusada de racismo.
El video publicitario muestra a una modelo china tratando de comer un cannolo italiano con palitos pero mientras ella intenta tomarlo con los palitos tradicionales la voz en off del locutor hace comentarios con algo grado de insinuación sexual.
El aviso es el segundo en una serie de tres partes de una serie titulada #DGLoves China, que también muestra a la misma modelo comiendo fideos y pizza.
El escándalo se complementó con mensajes explícitamente racistas posteados, en la cuenta de Instagram que tiene la marca y también en la de Stefano Gabbana, uno de sus fundadores.
Otra cuenta de moda en Instagram reposteó el aviso, esta vez con subtítulos en inglés, acusándola de traficar “con un falso estereotipo de gente sin refinamiento y sin cultura para entender cómo comer comida extranjera”.
La compañía dijo en un comunicado que las cuentas habían sido hackeadas y se disculpó: “Lamentamos mucho las molestias ocasionadas por estos posteos no autorizados. Tenemos el mayor de los respetos por China y por los chinos”.
Los grupos de e-commerce chinos retiraron los productos D&G de sus páginas online.