Los consumidores de Europa y Japón comenzarán a disfrutar de las ventajas que les prometen el pacto comercial. El pacto implica la eliminación de casi todos los aranceles entre las economías.
En Tokio la firma tendrá un efecto inmediato: en cuanto el pacto entre en vigencia los supermercados en Tokio venderán los vinos italianos y franceses a 10% menos de su valor actual. Además de la eliminación de aranceles, se suavizarán las barreras regulatorias y se abrirán los mercados de compras públicas.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, habló del pacto como “un mensaje al mundo sobre el futuro del comercio libre y justo”.
El pacto comercial – que popularmente se define como “autos por quesos” – es el fruto de cuatro años de conversaciones y se resuelve en un momento en que el sistema comercial mundial está tenso por el uso punitivo que está haciendo Donald Trump de los aranceles comerciales con el fin de presionar a otros países y obligarlos a negociar.
