La nueva tecnología energética y la innovación digital están agregando valor a los proveedores de energía. Los modelos comerciales tradicionales ya no son sostenibles, para “liderar en lo nuevo”; los proveedores de energía deben dominar el arte de virar hacia el nuevo ecosistema energético.
Más de la mitad de las empresas del sector energético reconoce el valor de lo digital y busca impulsar la inversión. Así lo concluye un nuevo estudio de Accenture, según el cual, 70% de las compañías de la actividad planea en los próximos 3 a 5 años, aumentar “más” o “significativamente más” su inversión en digital, como informática de alto rendimiento, wearables, inteligencia artificial (AI), robótica, blockchain y realidad mixta.
De acuerdo con el reporte, Big data / analytics se clasifica como la principal área de inversión digital (46%) en 3-5 años. Los encuestados se califican a sí mismos como más maduros en analytics que en otras tecnologías digitales, pero más del 50% aún está implementando proyectos relativamente inmaduros, como el almacenamiento de big data. A medida que los analytics se aceleran hacia la inteligencia artificial y el machine learning, se necesita una mayor madurez.
Según explicó Sofía Vago, Managing director de Utilities de Accenture Argentina “los beneficios digitales más amplios están limitados por cuestiones organizacionales. En comparación con las encuestas anteriores, la importancia de la tecnología digital en la reducción de costos ha disminuido a medida que las empresas avanzan para obtener los beneficios de una toma de decisiones más rápida. Por su naturaleza, lo digital requiere innovación, pero la “falta de un caso empresarial claro” es un importante inhibidor”.
La experta agregó que “la transición energética, los crecientes mandatos ambientales, las demandas y expectativas cambiantes de los consumidores, junto con la proliferación de las tecnologías digitales están creando una nueva presión para el sector energético. Las próximas dos décadas se caracterizarán por un impacto significativo en la demanda, con niveles en los mercados maduros que caen por debajo de las estimaciones de crecimiento del PIB. Sin embargo, las inversiones; específicamente en energías renovables y la electrificación del transporte, están en aumento. La adopción masiva de vehículos eléctricos (EV) está destinada a afectar profundamente el crecimiento de la demanda, la estabilidad de la red y las nuevas propuestas de los clientes”.
El estudio de Accenture concluye que las empresas no están aprovechando lo digital para resolver los problemas de la fuerza de trabajo. Las presiones de costos significan lograr más con menos. De esa forma, la mayoría de los consultados por el informe dice que busca en los próximos 3 a 5 años tener una base sólida de habilidades digitales.
Sofía Vago concluyó que “las compañías temen convertirse en no competitivas en la carrera digital. Los encuestados reconocen que las ayudas digitales abordan desafíos vitales: reducción de costos, mejora de la capacidad, salud y seguridad, y efectividad operativa, pero hay más. Lo digital está alterando la dinámica de industrias enteras. Sin planear un viaje de transformación, las empresas corren el riesgo de quedarse atrás”.
