En el transcurso de investigaciones para entender en profundidad el proceso de la demencia senil los científicos han descubierto que la región del hipocampo en el cerebro, que es la que usamos para la memoria, sigue creando células nuevas hasta bien entrada la décima década de vida.
Este descubrimiento – de confirmarse – invalidaría la postura de la mitad de los neurocientíficos que sostienen que el cerebro tiene una cantidad limitada de células que declinan desde que abandonamos la infancia. La otra mitad sostiene, en cambio, que el cerebro tiene la capacidad de producir neuronas nuevas durante toda la vida.
El descubrimiento podría conducir a nuevos de diagnosticar Alzheimer antes de que aparezcan las señales físicas. También sería posible identificar pacientes con predisposición a sufrir la enfermedad y fomentar la producción de células para corregir la pérdida de memoria.