En agosto, una violenta arremetida del entonces presidente del Banco Central -Domingo Felipe Cavallo- conmovía al país. MERCADO, por cierto, se ocupaba de ello.
“Pocas veces como en este caso se puede decir que se ha pateado el tablero. Con una velocidad que atemoriza a muchos, y con una gran cuota de desorden provocado por la inflación normativa de una catarata de circulares, el dinámico presidente del Banco Central tomó medidas monetarias, financieras y cambiarias que han modificado y condicionado toda la evolución de la economía, incluyendo los salarios, las tarifas de los servicios públicos y los precios de los productos. El común denominador de todas las medidas es la férrea regulación del total de las variables posibles y lo que los economistas ortodoxos dicen que no se debe y no se puede hacer: controlar los precios y las
cantidades.”
“En una espectacular concentración de poder maneja tasas de interés, cantidad del crédito interno, el precio de las divisas, regula el flujo de importaciones, desalienta las exportaciones agropecuarias, promueve las industriales, provoca violentas transferencias de ingresos enriqueciendo a unos y empobreciendo a otros.”
“¿Qué ha hecho Cavallo hasta ahora? Mucho, y en corto plazo alcanzó varios objetivos. Bajó el stock de la deuda empresaria mediante un golpe inflacionario de gran intensidad y que espera que no se prolongue peligrosamente en el tiempo para no caer en la hiperinflación. Se calcula que con las tasas de inflación de julio y agosto, y la tasa subsidiada en ambos meses, la deuda podría reducirse en términos reales entre 20 y 25%, lo que es mucho decir.”
“Cavallo asegura que lo más importante son sus otros éxitos: eliminó el peligro de la hiperinflación, protegió al ahorrista, que en ese proceso hubiera perdido todos sus depósitos, y además evitó un mayor aumento del tipo de cambio, que hubiera provocado una mayor recesión y una gran iliquidez con aumentos de las tasas de interés. Curiosamente, quienes lo atacan afirman que está llevando al país a esa situación. En una reunión del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, en la que participaron 120 personas, 53% opinó que habrá un proceso de hiperinflación, mientras que 42% estimó que el llamado dólar comercial crecerá entre el 10 y el 15% mensual, en tanto el financiero
tendría un ritmo del 5 al 8%.”
“El salario real es uno de los aspectos que más desconfianza despierta acerca de si cierra el esquema planteado. Se teme un desborde de emisión monetaria primaria ante un incontenible salariazo, que podría llevar a una mayor inflación. ¿Cuáles son los mayores temores?
* El escaso poder político hace inviable el esquema.
* Que se produzca una gran fuga de capitales.
*Los serios problemas para hacer cálculos y presupuestos, que pueden derribar el objetivo de la reactivación.
*La falta de señales importantes como la evolución de los tipos de cambio y la política salarial en el largo plazo.
*El aumento de la demanda de divisas, que se traduce siempre en precios más altos.
*La concertación de precios poco exitosa.
*El desdoblamiento de los mercados cambiarios que ha provocado expectativas negativas.”
“Para Cavallo, todo lo que se hizo antes de que ocupara su actual cargo al frente del Banco Central estuvo mal, especialmente si en forma indirecta puede culpar a los ex ministros Martínez de Hoz y Alemann. No hay en esto atenuantes por la situación existente a principios de 1976, ni por los gastos
derivados de la lucha contra la subversión, por el equipamiento militar ante la tensión surgida con Chile o por la guerra con Gran Bretaña. Según el presidente de la institución bancaria madre, era necesaria una reforma al esquema diseñado en 1977 por Martínez de Hoz, ya que una serie de graves problemas no tenían solución en el contexto en el que se desenvolvía el sistema monetario y financiero argentino.”
“Concretamente, se trataba del sector externo, que se había agravado durante la gestión del Dr. Alemann; el endeudamiento de las empresas y de las familias; la insolvencia generalizada del sistema financiero; la situación de recesión y desempleo; y, en general, los bajos ingresos para casi todos los
sectores de la población.”
