La crisis del MBA

    Así como el arte imita a la naturaleza, el estado de la educación empresarial refleja el torbellino que afecta a la vida de las compañías. Todas las empresas se están viendo en la necesidad de volver a pensar y reorganizar sus operaciones para mantener el paso de la competencia y el cambio tecnológico. De la misma forma, las escuelas de negocios están reflexionando profundamente sobre el entrenamiento que ofrecen y sobre la forma de satisfacer a sus clientes.

    La legendaria escuela de administración de empresas de Harvard está realizando una revisión fundamental de sus cursos de master (MBA) y también de otros programas, al igual que sus tradicionales métodos de estudios de casos. Edward Wrapp, profesor de política empresarial en la

    Universidad de Chicago, ha declarado -con amarga ironía- que “las escuelas de negocios han hecho más para asegurar el éxito de la invasión japonesa y alemana en Estados Unidos que cualquier otra cosa que se pueda imaginar”.

    Dura Competencia.

    Las universidades europeas, más escépticas acerca de las bondades de la fórmula del MBA -y más lentas y renuentes a incorporarla a sus planes de estudio- también atraviesan por una etapa de examen de conciencia, impulsadas, sobre todo, por la dura realidad que impone la crisis económica.

    La recesión minó la disposición de las empresas a enviar a sus promisorios ejecutivos a hacer cursos, a lo que se suma la aún mayor resistencia de los propios ejecutivos a arriesgar el tiempo y el dinero necesarios.

    Sin embargo, el número de establecimientos que ofrecen masters y otros cursos similares ha aumentado en el continente europeo. Solamente en España hay unas 200 escuelas de negocios, y en Gran Bretaña más de un centenar de instituciones producen 7.000 MBA´s por año.

    A la Caza de Alumnos.

    Esto significa que las escuelas de negocios están en medio de una guerra de marketing. Los mercados nacionales no son lo suficientemente grandes como para dar sustento a todas, y por eso la mayoría depende del flujo de estudiantes extranjeros para llenar sus aulas. Esto, por supuesto, es una virtud tanto como una necesidad, porque una mezcla de estudiantes internacionales tiene efectos positivos sobre la enseñanza, y permite a las escuelas añadir un toque internacional en sus argumentos de promoción.

    La escuela suiza IMD, de Lausanne, encuentra en el extranjero 96% de sus estudiantes de MBA; de ellos, 35% proviene de fuera de Europa.

    Insead, en las afueras de París, es otro caso ilustrativo: el año pasado, 84% de sus estudiantes eran extranjeros. En la escuela de negocios de la Universidad Erasmus, en Rotterdam, tres cuartas partes de los alumnos viene del exterior.

    En Estados Unidos, las principales escuelas confían en una sólida tradición académica y amplias investigaciones, pero tienen una cierta carga ideológica que las principales escuelas europeas tratan de evitar.

    Para las universidades norteamericanas, la norma es un curso full-time de dos años, que muchos consideran demasiado largo y costoso para la contribución que hace a las capacidades de los alumnos. La cultura que prevalece es sin ninguna duda la estadounidense, y el tamaño de las clases es a menudo enorme.

    El esquema europeo, aunque se basa fuertemente sobre material e ideas de Estados Unidos, suele ofrecer cursos más cortos -12 a 16 meses por lo general- y pone mayor énfasis en la instrucción, temas internacionales y temas gerenciales soft, como trabajo en equipo y ética, e implementa soluciones prácticas interdisciplinarias.

    Alianzas Internacionales.

    Muchas de las escuelas tienen ahora conexiones o alianzas con otras para fortalecer su posición internacional. ESC Lyon trabaja con Cranfield de Gran Bretaña para ofrecer un MBA doble, en el que los estudiantes pasan tres o cuatro meses en el otro centro. Pero ESC Lyon también tiene lazos con Esad en Barcelona y Esad es uno de los 12 miembros del Cems (Community of European

    Management Schools).

    Tanto Amcec como Cems ofrecen títulos de grado y de posgrado que llevan de cuatro a cinco años de estudio en total. Durante ese lapso, hay un módulo nacional y otro internacional, con el atractivo, además, de la lengua extranjera.

    ¿Es esto lo que necesitan los ejecutivos? Hay muchas empresas que no asignan gran valor a un título de master en administración de empresas por mucho rigor intelectual que implique porque, dicen, nunca pueden reflejar adecuadamente la capacidad de una persona para trabajar con otros en una

    organización.

    A siete años de la graduación, dos tercios de los egresados de Insead son gerentes con participación en la propiedad de sus empresas. Por lo tanto, atraer a profesionales con títulos bastante elitistas puede no ser una gran tentación para las grandes compañías.

    Las que ofrecen mejores sueldos suelen ser las consultoras empresariales y el sector de servicios financieros, donde las habilidades gerenciales y de liderazgo son menos importantes.

    En cierta medida, el problema se corregirá solo a medida que aumente el número de graduados de todo tipo. Ya en Estados Unidos, donde cada año se otorgan 77.000 títulos de MBA, no es extraño ver que un puesto de capataz de fábrica sea ocupado por un egresado de un curso de master. Ahora se puede hacer un reclutamiento entre gente con MBA con la misma facilidad con que antes se seleccionaban candidatos con títulos de grado o más bajo.

    Lo que Hay que Saber.

    Las escuelas están cambiando el contenido de sus programas, además del estilo. Ya se ha mencionado el mayor énfasis en la resolución de problemas multifuncionales y en el trabajo en equipo. Algunas escuelas ofrecen MBA´s especializados que incluyen entrenamiento adicional. Entre las áreas especiales más populares para atraer a ciertos mercados figuran derecho empresarial, ingeniería, finanzas y banca.

    En la escuela de negocios de la Universidad de Chicago hay una convicción fuertemente ortodoxa, que afirma que la “habilidad central” de la escuela es el conocimiento conceptual, y que las aplicaciones prácticas y la resolución de problemas debe dejarse para los gerentes.

    Otras escuelas procuran atraer estudiantes cambiando la forma en que entregan su paquete. En Inglaterra, donde se ha registrado una gran expansión de MBA´s, ofrecen cursos de medio tiempo, cursos de noche, cursos sandwich, educación a distancia (por correo y medios audiovisuales). Los defensores de los cursos full-time afirman que las otras modalidades no logran crear el clima de inmersión total que requiere un MBA tradicional. Sin embargo, al menos logran evitar el aislamiento inherente al entrenamiento académico.

    De cualquier modo, la tendencia indica que el mercado del MBA se está fragmentando, con una proliferación de cursos especializados que obligan a las escuelas de negocios, más que nunca, a desarrollar una estrategia muy clara.