Crecer y sentar cabeza

    “Formalmente, la agencia cobró cuerpo en septiembre del
    ´94; para marzo siguiente ya contaba con siete u ocho clientes,
    algunos bastante importantes, y filmaba un montón de
    comerciales”, comenta Luis Brusco, director operativo que
    acompaña a la dupla creativa desde el comienzo. “Ahí ya
    empezamos a decir: ´Es mucho, estamos creciendo demasiado´;
    imagínese lo que vino después.”

    Después vino una sucesión de nuevas cuentas y un
    reconocimiento público notable. “Pero el golpe fuerte, lo que
    nos hizo pensar seriamente, fue la llegada de Ciadea”, señala
    Brusco; “quizá fue el cimbronazo más importante que
    tuvimos porque nos agarraba un poco a mitad de camino, armando
    realmente una estructura. El área creativa obviamente
    nació consolidada y brillante, pero queríamos llegar a
    fines del ´95 con el departamento de cuentas medianamente armado, y
    en el ´96 terminar de consolidarlo y organizar medios. Y Ciadea
    empezó con nosotros en febrero del ´96. Pero por suerte los
    tiempos se nos dieron más o menos bien, porque hoy tenemos
    todas esas estructuras sólidas y trabajando de una manera
    fenomenal”.

    Brusco reconoce que la fuente de crecimiento en estos tres
    años fue la incorporación de nuevos clientes; “en los
    próximos tres, va a ser 20% de nuevos clientes y 80% de nuevas
    asignaciones de clientes actuales, con lo que entramos en una suerte
    de economía de escala. Es mucho más rentable recibir un
    nuevo producto de una cuenta que ya atendemos porque optimiza los
    costos. Entre estos 20 clientes que tenemos hay mayores y menores,
    pero se da la particularidad de que están todos racionalmente
    atomizados, no hay uno que tenga 40% de la facturación;
    ninguno supera 20% del ingreso anual y tampoco hay ninguno con menos
    de 1%. Eso hace menos riesgosa la operación, pero
    también obliga a redoblar los esfuerzos de atención
    para todos. Tenemos un orgullo muy grande por atender bien a los
    clientes; yo tengo un must: ´A los clientes hay que tratarlos como
    corresponde´, lo que no significa darles lo que quieren, pero
    sí lo que necesitan”.

    En ese sentido, Agulla & Baccetti se jacta de su honestidad
    intelectual. “En esta agencia proponemos lo que realmente creemos que
    hace falta”, enfatiza Brusco, “y los clientes lo valoran. A pesar de
    que se lo decimos de manera dura: ´Nosotros no vamos a trabajar para
    ustedes, nos importa un pepino lo que piensen ustedes, nos importa lo
    que piensen los consumidores de las marcas que los alimentan a
    ustedes, a los accionistas´. Y terminan admitiendo que ésa es
    la verdad”.

     

    Barrenando la crisis

     

    La explosión demográfica de cuentas que
    vivió la agencia terminó de hacer eclosión
    cuando, a comienzos de este año, se incorporaron a su cartera
    Telecom y cerveza Quilmes. La pregunta que empezó entonces a
    rondar en el ambiente fue: ¿estarán en condiciones de
    afrontar semejante compromiso?

    En esto Brusco es terminante: “No nos cabe ninguna duda de que
    estamos en condiciones”. Claro que “nuestros clientes tienen algunos
    temores y es bueno y lógico que los tengan. Y nosotros, en vez
    de esconder la cola y ponernos como alienados lunáticos a
    decir: ´No, no, no´, hemos hecho lo primero y básico que hay
    que hacer para enfrentar un problema, que es reconocer que ese
    problema existe. ¿Si tenemos crisis de crecimiento? Sí,
    tenemos. Pero hay una serie de pasos para enfrentarla: asumir que se
    está viviendo esa crisis, definir las áreas clave a
    desarrollar y fortalecer para superarla y, por fin, aceptar vivir con
    cierta dosis de crisis, que es sinónimo de crecimiento. Yo
    siempre digo: ´Muchachos, a la crisis hay que barrenarla, no se la
    puede evitar ni saltar por encima´. Barrenar implica aguantar la
    parte más dura, que a nuestro juicio ya pasó, no es
    ahora. Porque, en comparación, Telecom y Quilmes nos agarran
    con una estructura bien armada, con todos nuestros departamentos
    esenciales funcionando a full”.

    Esa estructura sólida en lo esencial se va a ampliar
    este año con lo que Brusco llama “servicios
    periféricos”: marketing directo, prensa y promociones. A esa
    expansión de recursos humanos se corresponde la del espacio
    físico: “Ya estamos planificando una mudanza -apunta Brusco-;
    lamentablemente la casa nos ha quedado un poco chica. Estamos
    buscando un lugar donde podamos desarrollar algunos proyectos como un
    ´laboratorio´ que experimente en todas las áreas de la
    interactividad, la digitalización de imágenes y nuevas
    formas de comunicación en Internet. También un ´SIM´
    -sistema de información de mercado- que nos permita tener una
    suerte de biblioteca absolutamente en línea con los mercados
    de nuestros clientes y otros potenciales, interconectado a toda la
    agencia”.

    Mientras todo esto se despliega, el romance iniciado con la red
    del Lowe Group parece seguir viento en popa. “Continuamos avanzando”,
    sostiene Brusco, “y quizá para este mes haya alguna
    definición. Es una alianza estratégica, ya que permite
    acceso inmediato a la información, hacer benchmarking,
    capacitar gente y exponerla a experiencias globalizadas. Por otro
    lado, sentimos una fuerte comunión ideológica con el
    Lowe Group”.

     

    Radiografía de la empresa

     

    Presidente: Ramiro Agulla; vicepresidente: Carlos Baccetti;
    Dirección General Creativa: R. Agulla, C. Baccetti;
    Dirección Operativa: Luis Brusco; Dirección de
    Planeamiento Estratégico: Luis Alvarez García.

     

    Evolución de la facturación:

    1994 1995 1996 (E) 1997 (E)

    $ 1.300.000 $ 8.500.000 $ 20.500.000 $ 34.000.000

     

    Tasa de crecimiento

    1995 1996 1997 (E)

    512% 124% 71%

     

    Ingreso bruto operativo (en millones de pesos)

    1994 1995 1996 1997 (E)

    0,280 1.715 3,77 6,72

     

    Evolución de la planta de personal

    Dic. 1994 Dic. 1995 Dic. 1996

    10 personas 22 personas 54 personas

     

    Clientes: Alpargatas, Ciadea, Jumbo, Tarjeta Líder,
    Oca/Ocasa, cerveza Quilmes, Telecom, Peñaflor (Termidor y
    Perlé), Editorial Estrada (Rivadavia, Arte y América),
    Musimundo, Fargo, Parmalat, Editorial Atlántida (Para Ti),
    Banco Itaú, New San (Sanyo, Aiwa, Candy), Lever (Brut), Ilva,
    Texaco, Refinerías de Maíz (Aderezos para ensaladas
    Hellmann´s)

     

    Dos tipos audaces

     

    Constituyen, como pareja creativa, un dúo indisoluble.
    Casi como Romeo y Julieta, Tristán e Isolda o, reiterando la
    vieja chanza y en honor a la “unicidad” que trasmiten, Ortega y
    Gasset. Ambos, Ramiro Agulla y Carlos Baccetti, tienen 32
    años, egresaron como licenciados en publicidad de la
    Universidad del Salvador en 1985 y recorrieron -cada uno por su
    cuenta- distintas agencias de fuste, hasta que el destino los
    unió como equipo en Young & Rubicam hacia 1989.

    En el ´92 fueron nombrados directores creativos, y raudamente,
    en el ´93, dieron el salto hacia Verdino en calidad de directores
    generales creativos y asociados. Pero, como buenos inquietos, para
    fines del ´94 ya se lanzaron por sus colores.

    Algunas de sus “frases motivadoras” condensan el
    espíritu de la agencia: “No damos un solo paso sin saber
    adónde tenemos que llegar”, “Pasamos en amarillo pero nunca en
    rojo” -audaces pero no kamikazes-, y por fin, la que resume de alguna
    manera la permanente filosofía de ir a más, “Esta
    agencia cree que salir segundo es ser el primero en perder”.

    Con Baccetti tomando unos días de merecido descanso,
    Agulla asume la voz del dúo para exponer su visión
    sobre lo que deparará el mercado para 1997: “Este va a ser un
    año electoral. Sólo Menem sabe qué puede pasar
    en la Argentina. Pero suponiendo que todo esté dentro de lo
    razonable, creo que será un buen período para la
    actividad. Habrá nuevos proyectos y, para alegría de
    algunos y tristeza de otros, se seguirán produciendo cambios
    de cuentas y agencias. Es un buen momento para el talento y el
    profesionalismo. Porque los clientes no quieren más que les
    digan qué es lo que hay que resolver; quieren que se lo
    resuelvan”.

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