Con la puesta en marcha del yacimiento Bajo La Alumbrera, en
la provincia de Catamarca, comienza a manifestarse plenamente, en el
escenario económico, la poderosa presencia de la
minería, una actividad que, a partir de 1992, viene
registrando un notable desarrollo. A nivel mundial, la Argentina
está considerada hoy como uno de los países con mayores
posibilidades de expansión en este sector, en directa
competencia con Perú y Chile.
Las cifras son elocuentes. En 1995 la producción
minera, compuesta en su totalidad por productos no metálicos
destinados al consumo interno (cuarzo, feldespato, sulfato de sodio,
boratos, granitos y mármoles), sumó $ 510 millones
absorbidos fundamentalmente por la industria de la
construcción. En 1996 el valor se elevó a $ 550
millones (lo que representó un incremento de 7,8%). Los
expertos coinciden en afirmar que el país está
aún muy lejos de haber desarrollado su verdadero potencial en
esta área.
Las previsiones para este año elevan el valor total de
la producción minera a $ 840 millones, de los cuales $ 250
millones se originarán en Bajo La Alumbrera, que
volcará la totalidad de su producción al exterior, con
lo cual, por primera vez en la historia del país, una empresa
del sector minero figurará entre las principales exportadoras.
Simultáneamente con este proyecto comenzará a
operar otro de parecida envergadura: Salar del Hombre Muerto, ubicado
también en Catamarca, muy cerca del límite con la
provincia de Salta (Departamento Antofagasta de la Sierra),
perteneciente a la empresa Minera del Altiplano, cuyo accionista
principal es FMC Lithium Corp., de Estados Unidos.
Nace un exportador
En 1998, con la producción a pleno de estas dos
empresas y la habilitación -a mediados de año- de otro
emprendimiento importante (Cerro Vanguardia), la producción
total minera se elevaría a cerca de $ 1.300 millones con un
nivel de exportaciones no inferior a US$ 700 millones.
Cerro Vanguardia es un yacimiento de oro y plata, ubicado en
el Departamento Magallanes, en la provincia de Santa Cruz, cuyos
socios mayoritarios son Minorco (de Sudáfrica) y Perez
Companc. El organismo provincial Fomicruz exhibe, por su parte, una
participación minoritaria.
Entre 1999 y comienzos del 2000 se incorporarán a la
actividad productiva otros proyectos de gran envergadura. Dos de
ellos están ubicados en la provincia de Mendoza: San Jorge
(oro y cobre) y Potasio Río Colorado (cloruro de potasio para
fertilizantes) a los que en el 2001 se sumará El
Pachón, ubicado en San Juan (cobre y molibdeno). A
éstos se agregará la reactivación del yacimiento
Pirquitas, en la provincia de Jujuy, que produce estaño y
plata.
Para fines del 2000 también puede entrar en
producción el yacimiento Agua Rica (cobre y oro) en la
provincia de Catamarca, que actualmente se encuentra en la etapa de
prefactibilidad y en 1998 entraría en la etapa final de
factibilidad, aunque la decisión de la empresa propietaria
(BHP Minerals de Australia) de iniciar la construcción de la
planta dependerá de la evolución de los mercados y de
la estrategia que adopte la compañía a nivel mundial.
Con todos estos emprendimientos en plena actividad, el valor
anual de la producción minera en el año 2000
podría situarse entre $ 1.800 y $ 1.900 millones, de los
cuales, US$ 1.300 millones provendrían de las exportaciones.
De esto se desprende que dentro de tres años la minería
aportará 3,5% de las exportaciones totales del país,
que para esa época deberían ubicarse cerca de US$
35.000 millones. Los principales productos a exportar son minerales
concentrados de oro, cobre y molibdeno y bullones de oro (lingotes
del mineral con impurezas).
De la producción total prevista ($ 1.800/1.900
millones), unos $ 700 millones corresponderían a los productos
tradicionales, de lo que se desprende que los nuevos emprendimientos
aportarían $ 1.200 millones.
En el sector minero tradicional (productos no
metálicos) también pueden registrarse novedades muy
importantes en el futuro. El nuevo marco en el que se desenvuelve la
actividad minera atrajo el interés de empresas internacionales
que han iniciado estudios para determinar el verdadero potencial de
los yacimientos, sobre todo con miras a la exportación.
Agregar valor
El subsecretario de Minería, Daniel Meilán,
sostiene que, sobre la base del espectacular crecimiento que en los
últimos años registraron las actividades de
exploración, a partir del 2000 habrá otros proyectos en
etapa de ejecución de obras que entrarán en la fase
productiva antes del 2005. Para entonces, la producción minera
total del país se acercaría a US$ 5.000 millones con
una exportación de US$ 4.000 millones, “lo que ya
tornaría factible la instalación en la Argentina de
empresas de fundición y refinación de cobre-oro. De ese
modo, se lograría no sólo otorgarle mayor valor
agregado a la producción primaria, sino también
consolidar la actividad en zonas que hasta hace pocos años
estaban prácticamente deshabitadas y hoy ya constituyen
verdaderos polos de desarrollo regional”.
A principios de septiembre el gobierno comenzó a
promocionar a nivel internacional un estudio de prefactibilidad para
analizar la construcción de esas instalaciones, que
deberá estar finalizado en los primeros meses de 1998 y cuyos
resultados serán la base fundamental para concretar los
proyectos.
¿La Argentina está, entonces, en camino de
convertirse en un país minero? Aun con las favorables
perspectivas que se presentan al sector, la respuesta es negativa,
puesto que esa categoría se otorga a los países en los
que la actividad aporta más de la mitad de su producto bruto
interno. En el caso argentino, aunque se cumplan las estimaciones
más optimistas, la contribución del sector
llegará a 1,5% del PBI.
Que el país se haya convertido en un paraíso de
la inversión minera (hay 82 empresas de todo el mundo
realizando estudios de exploración en más de 18
millones de hectáreas concesionadas, y otras 80 dedicadas a
servicios y logística) es el resultado de una política
llevada a cabo por primera vez en la Argentina.
La búsqueda del consenso permitió que en 1993
se firmara, con la presencia de todos los gobernadores, el Acuerdo
Federal Minero, que estableció las reglas de juego
básicas sobre las cuales debería asentarse una
actividad que, como señala Meilán, “requiere
estabilidad política, institucional, macreoeconómica,
legal y tributaria”.
Tercera en el ranking mundial
Este nuevo marco jurídico generó, entre las
empresas internacionales del sector, una ola de creciente
interés. En menos de cinco años, la Argentina
pasó a ocupar, a nivel mundial, el tercer lugar entre los
países más atractivos para la inversión minera.
Lo que constituye un avance notable, frente a la relegada
posición (49º) que exhibía en 1991.
Los principales competidores en este aspecto son Chile y
Perú, dos países donde la actividad minera se remonta
al siglo pasado. La ventaja para la Argentina es el margen de
crecimiento: solamente se ha explorado la cuarta parte del territorio
potencialmente explotable.
Para avanzar en ese terreno, el gobierno firmó
recientemente un acuerdo con Japón, cuya Agencia de Minerales
Metálicos realizará, a partir del año
próximo, trabajos de exploración en todo el territorio
argentino. La finalidad es interesar a las empresas mineras japonesas
para que inviertan en el país, como ya lo están
haciendo en Chile.
RECUADRO
El factor Catamarca
Aunque las perspectivas del sector asoman, a todas luces,
más que promisorias, a principios de septiembre surgieron
algunos motivos de inquietud, derivados de la anunciada
intención del gobierno de la provincia de Catamarca de cobrar
una regalía de 3% sobre el valor del mineral en boca de mina,
sin deducir los costos del tratamiento del mineral (boca de planta).
Con este procedimiento, prácticamente se duplicaría el
valor de la regalía.
Meilán señala que la decisión provincial
se basa en una ley todavía no reglamentada, sancionada pocos
días antes de la firma del Acuerdo Federal Minero. Si el
gobierno provincial, a través de la reglamentación de
la Ley, insiste en mantener esa posición, sería un
motivo de preocupación entre los inversores, a ser dilucidado
en sede judicial, “pero cuya resolución debería ser
rápida, para evitar que la incertidumbre generada por la
medida afecte el desarrollo normal de la actividad en todo el
país”, advierte Meilán.
Recuadro
Las concesiones
Existen en el país tres tipos de concesiones mineras,
otorgadas por las provincias, que ejercen la titularidad del
subsuelo.
Cuando se trata de yacimientos metalíferos, el
descubridor tiene prioridad total sobre el dueño del campo y
debe convenir con éste únicamente las condiciones que
regirán para su acceso al yacimiento.
En los no metalíferos la legislación le acuerda
al propietario de las tierras el derecho de ejercer una opción
sobre el descubridor. Si hace uso de esta alternativa, debe
indemnizar al titular de la concesión con 20% del valor
potencial de los minerales ubicados.
Cuando se trata de minerales de tercera categoría (rocas
de aplicación) el descubridor debe negociar obligatoriamente
con el propietario de las tierras la forma de encarar la
explotación.
Recuadro
Un acuerdo revolucionario
Para el subsecretario de minería, Daniel Meilán,
el Protocolo Minero a celebrarse con Chile es revolucionario y no
tiene antecedentes a nivel mundial, considerando que la frontera
entre los dos países alcanza a 5.400 kilómetros.
Básicamente, el acuerdo consiste en promover el trabajo
conjunto en la región, para generar un “ambiente mutuo de
facilitaciones fronterizas y adecuación de la
legislación de cada país, para estar en condiciones de
desarrollar la actividad sin las restricciones administrativas de
todo paso fronterizo”.
Para ello se fija un “área de libre circulación”
donde las empresas actuarán con total libertad. Por lo tanto,
las funciones aduaneras y de control de personas se ubicarán
fuera del área protegida.
En materia de política tributaria, las empresas
realizarán las liquidaciones respectivas de acuerdo con la
legislación vigente en cada país.
Otra de las cláusulas relevantes del convenio es la del
“trato nacional”. Significa que un ciudadano chileno será
tratado como argentino dentro del territorio nacional protegido, y a
la inversa ocurrirá cuando un argentino cruce al territorio
chileno ubicado dentro del área.
En esencia, el acuerdo tiende a que los organismos de control
fronterizo de cada país no interfieran en las obras
relacionadas con la actividad de los yacimientos, especialmente en lo
relativo a la movilización de las maquinarias y de los obreros
y empleados relacionados con la construcción de las obras y
-en una etapa posterior- con la explotación.
Este mecanismo, se entusiasma Meilán, “hará que
la zona limítrofe entre Chile y la Argentina se convierta en
una de las más calientes del mundo en materia minera. Por eso,
toda estimación que se realice sobre el futuro minero en la
región puede quedar totalmente desbordada por la realidad”.
Recuadro
Dónde están las oportunidades
Además de Bajo La Alumbrera y El Pachón, los
yacimientos que se encuentran en diversas etapas de desarrollo son
los siguientes:
Salar del Hombre Muerto (cloruro y carbonato de litio) ubicado
en la provincia de Catamarca, cerca del límite con Salta. La
inversión total estimada por la empresa propietaria (Minera
del Altiplano) alcanza a $ 110 millones. La producción anual
se calcula en 11.200 toneladas de carbonato de litio y en 5.500 de
cloruro de litio. A ese ritmo, las existencias de mineral alcanzan
para 40 años.
La casi totalidad de la producción (98%) se
exportará por ferrocarril a Antofagasta, Chile.
Cerro Vanguardia (oro-plata con vetas de alta ley). Las
reservas comprobadas alcanzan a 3,2 millones de onzas de oro con una
inversión estimada para su explotación de $ 200
millones.
Está prevista una producción anual de 6,2
toneladas de oro y 62 de plata. El refinado final del mineral se
realizará en Brasil.
Ubicado en la provincia de Santa Cruz, pertenece a las empresas
Minorco y Perez Companc, con una participación minoritaria del
ente provincial Formicruz.
Potasio Río Colorado (cloruro de potasio). Ubicado en
Mendoza, en las cercanías de la frontera con Neuquén,
pertenece a Minera Tea. Producirá entre 250.000 y 500.000
toneladas anuales con destino a la exportación. Las reservas
aseguran una producción mínima de 25 años. La
inversión estimada oscila en $ 100 millones.
Agua Rica, propiedad de BHP Minerals, de Australia, que
controla 70% del capital accionario. El resto pertenece al Grupo
Minero Aconcagua, de origen canadiense. Se encuentra en el
Departamento Andalgalá, en Catamarca, y requerirá una
inversión de $ 1.000 millones.
El yacimiento es de cobre y oro y, si bien las reservas
aún no se hallan totalmente relevadas, los trabajos de
exploración ya efectuados sugieren un potencial similar o
superior al de Bajo de la Alumbrera.
San Jorge (cátodos de cobre). Pertenece en su totalidad
al Grupo Minero Aconcagua, que tiene prevista una inversión
superior a $ 100 millones.
Está situado en Mendoza a 250 kilómetros de la
frontera con Chile.
Loma Blanca (boratos), ubicado en la provincia de Jujuy,
pertenece a la empresa S.R. Minerals, de capitales canadienses. La
producción estimada es de 100.000 toneladas anuales, que en
aproximadamente 90% serán exportadas a distintos países
de América latina, Asia y Europa. Las reservas mínimas
alcanzan a 10 años con posibilidades de que puedan extenderse
por un período similar.
Cuadro | | | | |
Areas otorgadas en | | | | |
Provincia | Cantidad de Empresas | Total de áreas | Superficie cubierta (en miles de | Participación (%) |
Mendoza | 15 | 300 | 5.625 | 30,6 |
San Juan | 21 | 250 | 3.260 | 17,8 |
Neuquén | 11 | 97 | 1.732,20 | 9,4 |
Santa Cruz | 13 | 300 | 1.500 | 8,3 |
La Rioja | 7 | 140 | 1.345,20 | 7,3 |
Catamarca | 18 | 80 | 1.200,00 | 6,5 |
Jujuy | 12 | 120 | 962,2 | 5,3 |
Chubut | 14 | 140 | 800 | 4,3 |
Río Negro | 9 | 120 | 715,8 | 3,9 |
Salta | 17 | 50 | 500,6 | 2,7 |
Córdoba | 2 | 14 | 334,6 | 1,8 |
San Luis | 5 | 8 | 221 | 1,3 |
Tierra del Fuego | 3 | 13 | 162 | 0.8 |
Total | 147 | 1.632 | 18.358,60 | 100 |
Bajo la Alumbrera
Una mina que vale oro
Con una inversión superior a $ 1.200 milones,
comenzó a producir el yacimiento Bajo la Alumbrera, ubicado en
la provincia de Catamarca. En una primera etapa procesará
80.000 toneladas diarias de roca, que después del cuarto
año de actividad se elevarán a 120.000.
Por su nivel de producción de cobre, Bajo la Alumbrera
se ubica entre los diez yacimientos más importantes del mundo,
con un rendimiento promedio estimado en 0,51%. En cuanto al oro, se
encuentra entre los 15 emprendimientos de mayor envergadura a nivel
mundial, con una producción de 0,64 gramos por tonelada de
mineral extraído.
Durante la primera etapa concretará una
producción anual de 180.000 toneladas de cobre y 640.000 onzas
de oro, equivalentes a 20,57 toneladas, sobre la base de 31,10 gramos
por onza. Alrededor de 60% de la producción de oro se
comercializará como mineral concentrado; el resto se
fundirá directamente en la mina (oro dorée) y se
enviará a Estados Unidos y a Suiza para su refinación.
La vida útil del yacimiento se estima en 20 años,
pero este tiempo puede extenderse a medida que avance la
explotación y se profundice el estudio del yacimiento. Las
reservas totales ya se calculan en 3,3 millones de toneladas de cobre
y 12 millones de onzas de oro (386 toneladas), que a valores actuales
representarían entre $ 12.000 y $ 14.000 millones, y
determinarían un promedio anual de ventas de $ 600/700
millones.
Como en el país no existen fundiciones y
refinerías del mineral, el producto concentrado se
volcará al exterior. Los directivos ya firmaron las
respectivas cartas de intención con empresas de Brasil,
Alemania, Canadá, España, Finlandia, Japón,
India y Corea, para colocar la totalidad del mineral concentrado que
produzca en los primeros cinco años de actividad.
A partir del 2002 existe la posibilidad de que el mineral se
procese en el país. Para ello se requiere que se concreten los
diversos proyectos mineros, que se encuentran en los tramos finales
de los estudios técnicos, que avalen la conveniencia de su
explotación. Para justificar una refinería se necesita,
como mínimo, una producción nacional tres veces
superior a la de Bajo la Alumbrera.
El yacimiento contribuirá a generar un polo de
desarrollo en su zona de influencia en Catamarca (Andalgalá,
Belén, Santa María y áreas vecinas).
También generará ocupación en la provincia de
Tucumán y en las cercanías de Rosario (Puerto General
San Martín), donde la empresa terminó la
construcción de las instalaciones desde las que se
embarcará el mineral concentrado para su exportación.
Desde el yacimiento, el concentrado de mineral se
trasladará por un ducto de 240 kilómetros hasta la
planta de filtros ubicada en la localidad de Cruz del Norte, a 15
kilómetros de la ciudad de Tucumán. En estas
instalaciones la humedad del producto se reducirá de 35 a 9%.
Desde allí hasta Rosario (820 kilómetros) el mineral
será transportado en trenes propios de 40 vagones cada uno.
De Tucumán también parte la línea de 202
kilómetros para el transporte de energía de alta
tensión (220 kV) que conecta el yacimiento con la localidad de
El Bracho, donde está ubicada la usina.
Con respecto al ducto, la empresa está construyendo una
nueva vía alternativa, que alargará su extensión
de 240 a 312 kilométros con la finalidad de otorgarle mayor
seguridad, y evitar zonas que en el futuro podrían generar
inconvenientes al traslado normal del mineral concentrado.
Además de formar en el país a profesionales en la
utilización de tecnología de última
generación para el procesamiento de minerales, Bajo La
Alumbrera brindará trabajo permanente a 650 obreros, empleados
y profesionales, a los que se agregarían entre 2.000 y 3.200
puestos indirectos. La experiencia internacional indica que por cada
empleo directo en un yacimiento se generan entre tres y cinco
indirectos, relacionados con la necesidad de proveer
mercaderías y servicios a la planta y a quienes la operan.
Durante toda la vida útil del yacimiento, la empresa
desembolsará alrededor de $ 400.000 diarios en concepto de
impuestos, regalías, salarios de los operadores de la planta,
compra de energía y de combustibles.
El yacimiento es propiedad de la empresa Ymad (Yacimientos
Mineros Aguas de Dionisio), cuyo capital se encuentra integrado en
60% por la provincia de Catamarca y 40% por la Universidad de
Tucumán. Ymad percibirá 20% anual de las ganancias
netas de impuestos que obtenga Minera Alumbrera. Este pago se
efectivizará desde el primer ejercicio.
El holding MIM de Australia controla 50% del capital de Minera
Alumbrera; la otra mitad la comparten la empresa canadiense
Río Algom y la australiana North Ltd.
El Pachón
Ida y vuelta a Chile
Durante el primer trimestre del año próximo, si
se concreta el plan financiero, comenzarán las obras de la
planta que procesará el mineral del yacimiento El
Pachón, ubicado en la provincia de San Juan, a sólo 3
kilómetros del límite con Chile.
La puesta en marcha de este emprendimiento demandará una
inversión superior a US$ 800 millones. Las obras se
concretarán en un plazo de 42 meses, lo que le
permitiría entrar en operaciones comerciales en los tramos
finales del 2001.
Su gravitación en la economía provincial se
hará sentir desde el comienzo de las obras, que
demandarán la contratación de 2.000 personas en forma
permanente.
Dada la proximidad del yacimiento con la frontera con Chile (se
encuentra ubicado a 3.600 metros sobre el nivel del mar y a 355
kilómetros al suroeste de la ciudad de San Juan), es uno de
los primeros emprendimientos que se beneficiará con la firma
del tratado minero con ese país.
Si bien el yacimiento fue descubierto hace más de 30
años por la empresa Minera Aguilar, la explotación no
resultaba factible por su difícil acceso desde el territorio
argentino, que obligaba a la realización de grandes obras de
infraestructura.
Tras la firma del protocolo minero con Chile, el problema
quedará solucionado mediante la construcción de un
túnel fronterizo que tendrá una extensión de
1.362 metros en territorio argentino y 838 del lado chileno, que
permitirá que la maquinaria necesaria para las obras acceda al
yacimiento desde el lado chileno de la frontera.
También el transporte de la producción del
yacimiento (concentrado de cobre y de molibdeno) se realizará
por territorio chileno, para lo cual se construirá una
tubería de 166,3 kilómetros hasta las cercanías
de la localidad de Los Vilos, donde se levantará una planta
con una capacidad de procesamiento de 125 toneladas de material por
hora.
La producción anual de El Pachón alcanzará
a 195.500 toneladas de cobre fino, que a lo largo de la vida
útil del yacimiento (25 años) se transformnarán
en 4,8 millones, a las que se sumarán 71.280 toneladas de
molibdeno, que serán embolsadas directamente en la planta
anexa al yacimiento, de manera que su procesamiento se
realizará totalmente en territorio argentino.
Con respecto a la producción prevista para el
yacimiento, Angel Garabello, uno de los encargados en la Argentina de
llevar a cabo el proyecto, considera que, una vez comenzada la
actividad industrial, se estará en condiciones de evaluar
nuevas reservas, que extenderían el límite de
explotación rentable de la mina.
La planta de tratamiento del mineral estará ubicada en
territorio argentino a sólo 1.000 metros del yacimiento.
Contará con un campamento para albergar durante la
construcción a 2.000 personas, que en la etapa de
operación comercial de la planta se reducirán a 500. El
traslado del personal se realizará vía aérea,
para lo cual la empresa construirá una pista de aterrizaje en
la que operarán aviones Twin Otter, Dornier 228 o Cessna
Caravan.
Garabello estima que se realizarán entre dos y tres
vuelos diarios entre el campamento, la ciudad de San Juan y la
localidad de Barreal (próxima al yacimiento).
La planta requerirá de un suministro eléctrico de
100 MW y aún no se ha decidido si la adquisición del
fluido se concretará en Chile o en la Argentina.
La provincia de San Juan no cuenta con la infraestructura para
abastecer una demanda de esa envergadura, pero la empresa chilena
Chilgener, que participa en el consorcio que explota la
concesión del suministro de energía eléctrica en
la provincia, está estudiando la viabilidad económica
de construir una usina en la localidad de Cañada Honda, en
territorio sanjuanino, a 250 kilómetros del yacimiento, que
sería alimentada por un gasoducto desde la provincia de
Neuquén.
Tanto la inversión requerida por esta usina como su
explotación quedarían a cargo de terceros, que
también deberían asumir la construcción de la
línea de transmisión de la energía, en cuyos
tramos finales deberá contar con dos líneas paralelas
idénticas, para evitar que eventuales aludes o problemas
climáticos dejen sin energía a la mina que, cuando
entre en operaciones, trabajará durante todo el año sin
interrupción, las 24 horas del día.
Para casos extremos, la mina dispondrá de una usina
propia que mientras dure la emergencia mantendrá en actividad
los servicios esenciales y será la proveedora del suministro
de energía durante la construcción de la planta de
procesamiento.
La titularidad de El Pachón es compartida en partes
iguales por la empresa Cambior Inc., de Canadá, y la
Compañía Mínera San José, controlante de
Minera Aguilar. Cambior, con experiencia como productora de oro en
establecimientos ubicados en Canadá, Estados Unidos,
Perú, Guyana y Chile, tendrá a su cargo la
explotación del yacimiento.
Para su funcionamiento, la planta procesadora del mineral
utilizará como insumos principales, además de la
energía eléctrica, cal, hidrosulfito de sodio y bolas
para moliendas, que podrán ser suministrados por la industria
nacional.