Un horizonte de 5.000 millones

    Con la puesta en marcha del yacimiento Bajo La Alumbrera, en
    la provincia de Catamarca, comienza a manifestarse plenamente, en el
    escenario económico, la poderosa presencia de la
    minería, una actividad que, a partir de 1992, viene
    registrando un notable desarrollo. A nivel mundial, la Argentina
    está considerada hoy como uno de los países con mayores
    posibilidades de expansión en este sector, en directa
    competencia con Perú y Chile.

    Las cifras son elocuentes. En 1995 la producción
    minera, compuesta en su totalidad por productos no metálicos
    destinados al consumo interno (cuarzo, feldespato, sulfato de sodio,
    boratos, granitos y mármoles), sumó $ 510 millones
    absorbidos fundamentalmente por la industria de la
    construcción. En 1996 el valor se elevó a $ 550
    millones (lo que representó un incremento de 7,8%). Los
    expertos coinciden en afirmar que el país está
    aún muy lejos de haber desarrollado su verdadero potencial en
    esta área.

    Las previsiones para este año elevan el valor total de
    la producción minera a $ 840 millones, de los cuales $ 250
    millones se originarán en Bajo La Alumbrera, que
    volcará la totalidad de su producción al exterior, con
    lo cual, por primera vez en la historia del país, una empresa
    del sector minero figurará entre las principales exportadoras.

    Simultáneamente con este proyecto comenzará a
    operar otro de parecida envergadura: Salar del Hombre Muerto, ubicado
    también en Catamarca, muy cerca del límite con la
    provincia de Salta (Departamento Antofagasta de la Sierra),
    perteneciente a la empresa Minera del Altiplano, cuyo accionista
    principal es FMC Lithium Corp., de Estados Unidos.

     

    Nace un exportador

    En 1998, con la producción a pleno de estas dos
    empresas y la habilitación -a mediados de año- de otro
    emprendimiento importante (Cerro Vanguardia), la producción
    total minera se elevaría a cerca de $ 1.300 millones con un
    nivel de exportaciones no inferior a US$ 700 millones.

    Cerro Vanguardia es un yacimiento de oro y plata, ubicado en
    el Departamento Magallanes, en la provincia de Santa Cruz, cuyos
    socios mayoritarios son Minorco (de Sudáfrica) y Perez
    Companc. El organismo provincial Fomicruz exhibe, por su parte, una
    participación minoritaria.

    Entre 1999 y comienzos del 2000 se incorporarán a la
    actividad productiva otros proyectos de gran envergadura. Dos de
    ellos están ubicados en la provincia de Mendoza: San Jorge
    (oro y cobre) y Potasio Río Colorado (cloruro de potasio para
    fertilizantes) a los que en el 2001 se sumará El
    Pachón, ubicado en San Juan (cobre y molibdeno). A
    éstos se agregará la reactivación del yacimiento
    Pirquitas, en la provincia de Jujuy, que produce estaño y
    plata.

    Para fines del 2000 también puede entrar en
    producción el yacimiento Agua Rica (cobre y oro) en la
    provincia de Catamarca, que actualmente se encuentra en la etapa de
    prefactibilidad y en 1998 entraría en la etapa final de
    factibilidad, aunque la decisión de la empresa propietaria
    (BHP Minerals de Australia) de iniciar la construcción de la
    planta dependerá de la evolución de los mercados y de
    la estrategia que adopte la compañía a nivel mundial.

    Con todos estos emprendimientos en plena actividad, el valor
    anual de la producción minera en el año 2000
    podría situarse entre $ 1.800 y $ 1.900 millones, de los
    cuales, US$ 1.300 millones provendrían de las exportaciones.
    De esto se desprende que dentro de tres años la minería
    aportará 3,5% de las exportaciones totales del país,
    que para esa época deberían ubicarse cerca de US$
    35.000 millones. Los principales productos a exportar son minerales
    concentrados de oro, cobre y molibdeno y bullones de oro (lingotes
    del mineral con impurezas).

    De la producción total prevista ($ 1.800/1.900
    millones), unos $ 700 millones corresponderían a los productos
    tradicionales, de lo que se desprende que los nuevos emprendimientos
    aportarían $ 1.200 millones.

    En el sector minero tradicional (productos no
    metálicos) también pueden registrarse novedades muy
    importantes en el futuro. El nuevo marco en el que se desenvuelve la
    actividad minera atrajo el interés de empresas internacionales
    que han iniciado estudios para determinar el verdadero potencial de
    los yacimientos, sobre todo con miras a la exportación.

     

    Agregar valor

     

    El subsecretario de Minería, Daniel Meilán,
    sostiene que, sobre la base del espectacular crecimiento que en los
    últimos años registraron las actividades de
    exploración, a partir del 2000 habrá otros proyectos en
    etapa de ejecución de obras que entrarán en la fase
    productiva antes del 2005. Para entonces, la producción minera
    total del país se acercaría a US$ 5.000 millones con
    una exportación de US$ 4.000 millones, “lo que ya
    tornaría factible la instalación en la Argentina de
    empresas de fundición y refinación de cobre-oro. De ese
    modo, se lograría no sólo otorgarle mayor valor
    agregado a la producción primaria, sino también
    consolidar la actividad en zonas que hasta hace pocos años
    estaban prácticamente deshabitadas y hoy ya constituyen
    verdaderos polos de desarrollo regional”.

    A principios de septiembre el gobierno comenzó a
    promocionar a nivel internacional un estudio de prefactibilidad para
    analizar la construcción de esas instalaciones, que
    deberá estar finalizado en los primeros meses de 1998 y cuyos
    resultados serán la base fundamental para concretar los
    proyectos.

    ¿La Argentina está, entonces, en camino de
    convertirse en un país minero? Aun con las favorables
    perspectivas que se presentan al sector, la respuesta es negativa,
    puesto que esa categoría se otorga a los países en los
    que la actividad aporta más de la mitad de su producto bruto
    interno. En el caso argentino, aunque se cumplan las estimaciones
    más optimistas, la contribución del sector
    llegará a 1,5% del PBI.

    Que el país se haya convertido en un paraíso de
    la inversión minera (hay 82 empresas de todo el mundo
    realizando estudios de exploración en más de 18
    millones de hectáreas concesionadas, y otras 80 dedicadas a
    servicios y logística) es el resultado de una política
    llevada a cabo por primera vez en la Argentina.

    La búsqueda del consenso permitió que en 1993
    se firmara, con la presencia de todos los gobernadores, el Acuerdo
    Federal Minero, que estableció las reglas de juego
    básicas sobre las cuales debería asentarse una
    actividad que, como señala Meilán, “requiere
    estabilidad política, institucional, macreoeconómica,
    legal y tributaria”.

     

    Tercera en el ranking mundial

     

    Este nuevo marco jurídico generó, entre las
    empresas internacionales del sector, una ola de creciente
    interés. En menos de cinco años, la Argentina
    pasó a ocupar, a nivel mundial, el tercer lugar entre los
    países más atractivos para la inversión minera.
    Lo que constituye un avance notable, frente a la relegada
    posición (49º) que exhibía en 1991.

    Los principales competidores en este aspecto son Chile y
    Perú, dos países donde la actividad minera se remonta
    al siglo pasado. La ventaja para la Argentina es el margen de
    crecimiento: solamente se ha explorado la cuarta parte del territorio
    potencialmente explotable.

    Para avanzar en ese terreno, el gobierno firmó
    recientemente un acuerdo con Japón, cuya Agencia de Minerales
    Metálicos realizará, a partir del año
    próximo, trabajos de exploración en todo el territorio
    argentino. La finalidad es interesar a las empresas mineras japonesas
    para que inviertan en el país, como ya lo están
    haciendo en Chile.

     

    RECUADRO

     

    El factor Catamarca

     

    Aunque las perspectivas del sector asoman, a todas luces,
    más que promisorias, a principios de septiembre surgieron
    algunos motivos de inquietud, derivados de la anunciada
    intención del gobierno de la provincia de Catamarca de cobrar
    una regalía de 3% sobre el valor del mineral en boca de mina,
    sin deducir los costos del tratamiento del mineral (boca de planta).
    Con este procedimiento, prácticamente se duplicaría el
    valor de la regalía.

    Meilán señala que la decisión provincial
    se basa en una ley todavía no reglamentada, sancionada pocos
    días antes de la firma del Acuerdo Federal Minero. Si el
    gobierno provincial, a través de la reglamentación de
    la Ley, insiste en mantener esa posición, sería un
    motivo de preocupación entre los inversores, a ser dilucidado
    en sede judicial, “pero cuya resolución debería ser
    rápida, para evitar que la incertidumbre generada por la
    medida afecte el desarrollo normal de la actividad en todo el
    país”, advierte Meilán.

     

    Recuadro

    Las concesiones

    Existen en el país tres tipos de concesiones mineras,
    otorgadas por las provincias, que ejercen la titularidad del
    subsuelo.

    Cuando se trata de yacimientos metalíferos, el
    descubridor tiene prioridad total sobre el dueño del campo y
    debe convenir con éste únicamente las condiciones que
    regirán para su acceso al yacimiento.

    En los no metalíferos la legislación le acuerda
    al propietario de las tierras el derecho de ejercer una opción
    sobre el descubridor. Si hace uso de esta alternativa, debe
    indemnizar al titular de la concesión con 20% del valor
    potencial de los minerales ubicados.

    Cuando se trata de minerales de tercera categoría (rocas
    de aplicación) el descubridor debe negociar obligatoriamente
    con el propietario de las tierras la forma de encarar la
    explotación.

     

    Recuadro

    Un acuerdo revolucionario

    Para el subsecretario de minería, Daniel Meilán,
    el Protocolo Minero a celebrarse con Chile es revolucionario y no
    tiene antecedentes a nivel mundial, considerando que la frontera
    entre los dos países alcanza a 5.400 kilómetros.

    Básicamente, el acuerdo consiste en promover el trabajo
    conjunto en la región, para generar un “ambiente mutuo de
    facilitaciones fronterizas y adecuación de la
    legislación de cada país, para estar en condiciones de
    desarrollar la actividad sin las restricciones administrativas de
    todo paso fronterizo”.

    Para ello se fija un “área de libre circulación”
    donde las empresas actuarán con total libertad. Por lo tanto,
    las funciones aduaneras y de control de personas se ubicarán
    fuera del área protegida.

    En materia de política tributaria, las empresas
    realizarán las liquidaciones respectivas de acuerdo con la
    legislación vigente en cada país.

    Otra de las cláusulas relevantes del convenio es la del
    “trato nacional”. Significa que un ciudadano chileno será
    tratado como argentino dentro del territorio nacional protegido, y a
    la inversa ocurrirá cuando un argentino cruce al territorio
    chileno ubicado dentro del área.

    En esencia, el acuerdo tiende a que los organismos de control
    fronterizo de cada país no interfieran en las obras
    relacionadas con la actividad de los yacimientos, especialmente en lo
    relativo a la movilización de las maquinarias y de los obreros
    y empleados relacionados con la construcción de las obras y
    -en una etapa posterior- con la explotación.

    Este mecanismo, se entusiasma Meilán, “hará que
    la zona limítrofe entre Chile y la Argentina se convierta en
    una de las más calientes del mundo en materia minera. Por eso,
    toda estimación que se realice sobre el futuro minero en la
    región puede quedar totalmente desbordada por la realidad”.

    Recuadro

     

    Dónde están las oportunidades

     

    Además de Bajo La Alumbrera y El Pachón, los
    yacimientos que se encuentran en diversas etapas de desarrollo son
    los siguientes:

    Salar del Hombre Muerto (cloruro y carbonato de litio) ubicado
    en la provincia de Catamarca, cerca del límite con Salta. La
    inversión total estimada por la empresa propietaria (Minera
    del Altiplano) alcanza a $ 110 millones. La producción anual
    se calcula en 11.200 toneladas de carbonato de litio y en 5.500 de
    cloruro de litio. A ese ritmo, las existencias de mineral alcanzan
    para 40 años.

    La casi totalidad de la producción (98%) se
    exportará por ferrocarril a Antofagasta, Chile.

    Cerro Vanguardia (oro-plata con vetas de alta ley). Las
    reservas comprobadas alcanzan a 3,2 millones de onzas de oro con una
    inversión estimada para su explotación de $ 200
    millones.

    Está prevista una producción anual de 6,2
    toneladas de oro y 62 de plata. El refinado final del mineral se
    realizará en Brasil.

    Ubicado en la provincia de Santa Cruz, pertenece a las empresas
    Minorco y Perez Companc, con una participación minoritaria del
    ente provincial Formicruz.

    Potasio Río Colorado (cloruro de potasio). Ubicado en
    Mendoza, en las cercanías de la frontera con Neuquén,
    pertenece a Minera Tea. Producirá entre 250.000 y 500.000
    toneladas anuales con destino a la exportación. Las reservas
    aseguran una producción mínima de 25 años. La
    inversión estimada oscila en $ 100 millones.

    Agua Rica, propiedad de BHP Minerals, de Australia, que
    controla 70% del capital accionario. El resto pertenece al Grupo
    Minero Aconcagua, de origen canadiense. Se encuentra en el
    Departamento Andalgalá, en Catamarca, y requerirá una
    inversión de $ 1.000 millones.

    El yacimiento es de cobre y oro y, si bien las reservas
    aún no se hallan totalmente relevadas, los trabajos de
    exploración ya efectuados sugieren un potencial similar o
    superior al de Bajo de la Alumbrera.

    San Jorge (cátodos de cobre). Pertenece en su totalidad
    al Grupo Minero Aconcagua, que tiene prevista una inversión
    superior a $ 100 millones.

    Está situado en Mendoza a 250 kilómetros de la
    frontera con Chile.

    Loma Blanca (boratos), ubicado en la provincia de Jujuy,
    pertenece a la empresa S.R. Minerals, de capitales canadienses. La
    producción estimada es de 100.000 toneladas anuales, que en
    aproximadamente 90% serán exportadas a distintos países
    de América latina, Asia y Europa. Las reservas mínimas
    alcanzan a 10 años con posibilidades de que puedan extenderse
    por un período similar.

     





































    Cuadro


     


     


     


     


    Areas otorgadas en
    concesión


     


     


     


     


    Provincia


    Cantidad de Empresas


    Total de áreas


    Superficie cubierta (en miles de
    hectáreas.)


    Participación (%)


    Mendoza


    15


    300


    5.625


    30,6


    San Juan


    21


    250


    3.260


    17,8


    Neuquén


    11


    97


    1.732,20


    9,4


    Santa Cruz


    13


    300


    1.500


    8,3


    La Rioja


    7


    140


    1.345,20


    7,3


    Catamarca


    18


    80


    1.200,00


    6,5


    Jujuy


    12


    120


    962,2


    5,3


    Chubut


    14


    140


    800


    4,3


    Río Negro


    9


    120


    715,8


    3,9


    Salta


    17


    50


    500,6


    2,7


    Córdoba


    2


    14


    334,6


    1,8


    San Luis


    5


    8


    221


    1,3


    Tierra del Fuego


    3


    13


    162


    0.8


    Total


    147


    1.632


    18.358,60


    100

    Bajo la Alumbrera

    Una mina que vale oro

     

    Con una inversión superior a $ 1.200 milones,
    comenzó a producir el yacimiento Bajo la Alumbrera, ubicado en
    la provincia de Catamarca. En una primera etapa procesará
    80.000 toneladas diarias de roca, que después del cuarto
    año de actividad se elevarán a 120.000.

    Por su nivel de producción de cobre, Bajo la Alumbrera
    se ubica entre los diez yacimientos más importantes del mundo,
    con un rendimiento promedio estimado en 0,51%. En cuanto al oro, se
    encuentra entre los 15 emprendimientos de mayor envergadura a nivel
    mundial, con una producción de 0,64 gramos por tonelada de
    mineral extraído.

    Durante la primera etapa concretará una
    producción anual de 180.000 toneladas de cobre y 640.000 onzas
    de oro, equivalentes a 20,57 toneladas, sobre la base de 31,10 gramos
    por onza. Alrededor de 60% de la producción de oro se
    comercializará como mineral concentrado; el resto se
    fundirá directamente en la mina (oro dorée) y se
    enviará a Estados Unidos y a Suiza para su refinación.

    La vida útil del yacimiento se estima en 20 años,
    pero este tiempo puede extenderse a medida que avance la
    explotación y se profundice el estudio del yacimiento. Las
    reservas totales ya se calculan en 3,3 millones de toneladas de cobre
    y 12 millones de onzas de oro (386 toneladas), que a valores actuales
    representarían entre $ 12.000 y $ 14.000 millones, y
    determinarían un promedio anual de ventas de $ 600/700
    millones.

    Como en el país no existen fundiciones y
    refinerías del mineral, el producto concentrado se
    volcará al exterior. Los directivos ya firmaron las
    respectivas cartas de intención con empresas de Brasil,
    Alemania, Canadá, España, Finlandia, Japón,
    India y Corea, para colocar la totalidad del mineral concentrado que
    produzca en los primeros cinco años de actividad.

    A partir del 2002 existe la posibilidad de que el mineral se
    procese en el país. Para ello se requiere que se concreten los
    diversos proyectos mineros, que se encuentran en los tramos finales
    de los estudios técnicos, que avalen la conveniencia de su
    explotación. Para justificar una refinería se necesita,
    como mínimo, una producción nacional tres veces
    superior a la de Bajo la Alumbrera.

    El yacimiento contribuirá a generar un polo de
    desarrollo en su zona de influencia en Catamarca (Andalgalá,
    Belén, Santa María y áreas vecinas).
    También generará ocupación en la provincia de
    Tucumán y en las cercanías de Rosario (Puerto General
    San Martín), donde la empresa terminó la
    construcción de las instalaciones desde las que se
    embarcará el mineral concentrado para su exportación.

    Desde el yacimiento, el concentrado de mineral se
    trasladará por un ducto de 240 kilómetros hasta la
    planta de filtros ubicada en la localidad de Cruz del Norte, a 15
    kilómetros de la ciudad de Tucumán. En estas
    instalaciones la humedad del producto se reducirá de 35 a 9%.
    Desde allí hasta Rosario (820 kilómetros) el mineral
    será transportado en trenes propios de 40 vagones cada uno.

    De Tucumán también parte la línea de 202
    kilómetros para el transporte de energía de alta
    tensión (220 kV) que conecta el yacimiento con la localidad de
    El Bracho, donde está ubicada la usina.

    Con respecto al ducto, la empresa está construyendo una
    nueva vía alternativa, que alargará su extensión
    de 240 a 312 kilométros con la finalidad de otorgarle mayor
    seguridad, y evitar zonas que en el futuro podrían generar
    inconvenientes al traslado normal del mineral concentrado.

    Además de formar en el país a profesionales en la
    utilización de tecnología de última
    generación para el procesamiento de minerales, Bajo La
    Alumbrera brindará trabajo permanente a 650 obreros, empleados
    y profesionales, a los que se agregarían entre 2.000 y 3.200
    puestos indirectos. La experiencia internacional indica que por cada
    empleo directo en un yacimiento se generan entre tres y cinco
    indirectos, relacionados con la necesidad de proveer
    mercaderías y servicios a la planta y a quienes la operan.

    Durante toda la vida útil del yacimiento, la empresa
    desembolsará alrededor de $ 400.000 diarios en concepto de
    impuestos, regalías, salarios de los operadores de la planta,
    compra de energía y de combustibles.

    El yacimiento es propiedad de la empresa Ymad (Yacimientos
    Mineros Aguas de Dionisio), cuyo capital se encuentra integrado en
    60% por la provincia de Catamarca y 40% por la Universidad de
    Tucumán. Ymad percibirá 20% anual de las ganancias
    netas de impuestos que obtenga Minera Alumbrera. Este pago se
    efectivizará desde el primer ejercicio.

    El holding MIM de Australia controla 50% del capital de Minera
    Alumbrera; la otra mitad la comparten la empresa canadiense
    Río Algom y la australiana North Ltd.

     

    El Pachón

    Ida y vuelta a Chile

     

    Durante el primer trimestre del año próximo, si
    se concreta el plan financiero, comenzarán las obras de la
    planta que procesará el mineral del yacimiento El
    Pachón, ubicado en la provincia de San Juan, a sólo 3
    kilómetros del límite con Chile.

    La puesta en marcha de este emprendimiento demandará una
    inversión superior a US$ 800 millones. Las obras se
    concretarán en un plazo de 42 meses, lo que le
    permitiría entrar en operaciones comerciales en los tramos
    finales del 2001.

    Su gravitación en la economía provincial se
    hará sentir desde el comienzo de las obras, que
    demandarán la contratación de 2.000 personas en forma
    permanente.

    Dada la proximidad del yacimiento con la frontera con Chile (se
    encuentra ubicado a 3.600 metros sobre el nivel del mar y a 355
    kilómetros al suroeste de la ciudad de San Juan), es uno de
    los primeros emprendimientos que se beneficiará con la firma
    del tratado minero con ese país.

    Si bien el yacimiento fue descubierto hace más de 30
    años por la empresa Minera Aguilar, la explotación no
    resultaba factible por su difícil acceso desde el territorio
    argentino, que obligaba a la realización de grandes obras de
    infraestructura.

    Tras la firma del protocolo minero con Chile, el problema
    quedará solucionado mediante la construcción de un
    túnel fronterizo que tendrá una extensión de
    1.362 metros en territorio argentino y 838 del lado chileno, que
    permitirá que la maquinaria necesaria para las obras acceda al
    yacimiento desde el lado chileno de la frontera.

    También el transporte de la producción del
    yacimiento (concentrado de cobre y de molibdeno) se realizará
    por territorio chileno, para lo cual se construirá una
    tubería de 166,3 kilómetros hasta las cercanías
    de la localidad de Los Vilos, donde se levantará una planta
    con una capacidad de procesamiento de 125 toneladas de material por
    hora.

    La producción anual de El Pachón alcanzará
    a 195.500 toneladas de cobre fino, que a lo largo de la vida
    útil del yacimiento (25 años) se transformnarán
    en 4,8 millones, a las que se sumarán 71.280 toneladas de
    molibdeno, que serán embolsadas directamente en la planta
    anexa al yacimiento, de manera que su procesamiento se
    realizará totalmente en territorio argentino.

    Con respecto a la producción prevista para el
    yacimiento, Angel Garabello, uno de los encargados en la Argentina de
    llevar a cabo el proyecto, considera que, una vez comenzada la
    actividad industrial, se estará en condiciones de evaluar
    nuevas reservas, que extenderían el límite de
    explotación rentable de la mina.

    La planta de tratamiento del mineral estará ubicada en
    territorio argentino a sólo 1.000 metros del yacimiento.
    Contará con un campamento para albergar durante la
    construcción a 2.000 personas, que en la etapa de
    operación comercial de la planta se reducirán a 500. El
    traslado del personal se realizará vía aérea,
    para lo cual la empresa construirá una pista de aterrizaje en
    la que operarán aviones Twin Otter, Dornier 228 o Cessna
    Caravan.

    Garabello estima que se realizarán entre dos y tres
    vuelos diarios entre el campamento, la ciudad de San Juan y la
    localidad de Barreal (próxima al yacimiento).

    La planta requerirá de un suministro eléctrico de
    100 MW y aún no se ha decidido si la adquisición del
    fluido se concretará en Chile o en la Argentina.

    La provincia de San Juan no cuenta con la infraestructura para
    abastecer una demanda de esa envergadura, pero la empresa chilena
    Chilgener, que participa en el consorcio que explota la
    concesión del suministro de energía eléctrica en
    la provincia, está estudiando la viabilidad económica
    de construir una usina en la localidad de Cañada Honda, en
    territorio sanjuanino, a 250 kilómetros del yacimiento, que
    sería alimentada por un gasoducto desde la provincia de
    Neuquén.

    Tanto la inversión requerida por esta usina como su
    explotación quedarían a cargo de terceros, que
    también deberían asumir la construcción de la
    línea de transmisión de la energía, en cuyos
    tramos finales deberá contar con dos líneas paralelas
    idénticas, para evitar que eventuales aludes o problemas
    climáticos dejen sin energía a la mina que, cuando
    entre en operaciones, trabajará durante todo el año sin
    interrupción, las 24 horas del día.

    Para casos extremos, la mina dispondrá de una usina
    propia que mientras dure la emergencia mantendrá en actividad
    los servicios esenciales y será la proveedora del suministro
    de energía durante la construcción de la planta de
    procesamiento.

    La titularidad de El Pachón es compartida en partes
    iguales por la empresa Cambior Inc., de Canadá, y la
    Compañía Mínera San José, controlante de
    Minera Aguilar. Cambior, con experiencia como productora de oro en
    establecimientos ubicados en Canadá, Estados Unidos,
    Perú, Guyana y Chile, tendrá a su cargo la
    explotación del yacimiento.

    Para su funcionamiento, la planta procesadora del mineral
    utilizará como insumos principales, además de la
    energía eléctrica, cal, hidrosulfito de sodio y bolas
    para moliendas, que podrán ser suministrados por la industria
    nacional.

     

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