En 1925, veintinueve inmigrantes suizos, italianos y alemanes que habían recalado en Franck, una pequeña localidad ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, sentaron las bases de la Asociación Unión Tamberos, una cooperativa fundada en 1953 que hoy nuclea a 1.356 productores de leche de la región.
Siete décadas más tarde, los descendientes de aquellos inmigrantes observaron cómo la apertura y la creciente globalización de los negocios, la concentración de las actividades del sector en actores cada vez más poderosos y el avance de la integración regional promovido por el Mercosur le imponían a la cooperativa una necesidad urgente: aumentar el volumen de sus operaciones.
“En el ´95 éramos una cooperativa con presencia fuerte en el centro de la provincia de Santa Fe, pero el escenario competitivo empezaba a cambiar”, relata el presidente de Milkaut, Luis Jullier. “Nosotros explica enfrentábamos una disyuntiva crucial de cara al futuro: o manteníamos nuestra figura jurídica y nos resignábamos a conservar nuestra condición de jugadores locales, o adoptábamos una estrategia que nos permitiera acceder a financiamiento externo o sumar un socio en condiciones de inyectar capital genuino para encarar nuestro crecimiento nacional y regional”.
Así se materializó la creación de Milkaut S.A. En 1995 la cooperativa transfirió sus actividades industriales y comerciales a la nueva empresa, y conservó su estructura anterior para la producción de leche. Luego del cambio de figura jurídica, el control de Milkaut sigue en manos de los socios de la Asociación Unión Tamberos, que conservan 70% de la empresa. El resto se divide entre la sociedad inversora Radero, también integrada por socios de la cooperativa, dueña de 21% de los papeles, e inversores regionales que poseen el restante 9%.
“Mantener la cooperativa para retener y cohesionar a los productores y conformar
una nueva empresa fueron las mejores decisiones que podríamos haber tomado”,
asegura Hernán Zambón, gerente general de Milkaut. “Nuestra estrategia
recibió el respaldo del Banco Mundial, a través de la Corporación
Financiera Internacional (CFI), y fue adoptada como modelo de referencia por
otras cooperativas lácteas de la Argentina y Brasil, que copiaron nuestra
experiencia”, agrega.
La conquista interior
Desde entonces, Milkaut comenzó a desarrollar el plan que se habían
trazado los tamberos asociados: saltar de los límites de la región
central santafesina para lograr a través de la adquisición
de empresas lácteas regionales y nuevas radicaciones industriales
que sus productos conquistaran las góndolas del país. Gracias
a esas compras, Milkaut procesa actualmente 1,7 millón de litros de leche
diarios, que la instalan tercera entre las lácteas nacionales, detrás
de SanCor y Mastellone (La Serenísima).
“En 1997 adquirimos la láctea cordobesa Windy, que posee cuatro plantas y se especializa en una gama de productos (como quesos y dulce de leche) que nos permitía desarrollar una complementación industrial con nuestro complejo de Franck”, explica Zambón.
Julio Kuchen, gerente de Marketing de Milkaut, señala que “en cada caso, las empresas que sumamos se manejan como unidades independientes; buscamos atacar nuevos mercados segmentando la oferta de productos y manteniendo la autonomía de las marcas”.
El año pasado la empresa también firmó una opción para adquirir el fondo industrial y comercial de la cooperativa láctea entrerriana Cotagu, que ya opera desde hace unos meses. Cotagu que se ubica entre las 15 principales lácteas del país había encarado una reconversión de cooperativa a sociedad anónima, siguiendo los pasos de Milkaut. La compra, que se cerrará a mediados de este año, implicará para Milkaut un desembolso de US$ 4 millones.
Cotagu “sumará caudal de producción, aumentará las ventas anuales de Milkaut y ayudará a penetrar el mercado entrerriano con una marca muy bien posicionada”, señala Zambón. “Tal como lo hicimos con Windy agrega Kuchen, mantendremos la marca, que compite regionalmente a base de precio, e instalaremos a Milkaut como primera marca”.
Las operaciones de Windy y Cotagu definen el perfil de la expansión nacional que se trazó Milkaut: atacar los mercados regionales con presencia fabril directa. Esa estrategia comenzó a tomar cuerpo a fines de los ´70, cuando la cooperativa compró una planta pasteurizadora en Resistencia, Chaco, que fue la punta de lanza con la que accedió al mercado del noreste argentino.
Luego concretó su desembarco en la región cuyana, a través de la puesta en marcha de una planta especializada en leche de larga vida, asentada en el Parque Industrial de San Luis. Del mismo modo, su incursión en la provincia de Catamarca tuvo lugar mediante la instalación de un tambo mecanizado que para fines de este año producirá unos 50.000 litros diarios de leche y le permitirá cubrir el noroeste.
El CEO de Milkaut admite asignaturas pendientes y revela algunos planes:
“Para completar el sueño de conformar una láctea de alcance nacional
dice todavía nos falta tener una presencia más fuerte
en los mercados de la provincia de Buenos Aires y la capital federal. La idea
es adquirir una empresa láctea regional. Ya estamos en conversaciones
con dos compañías y podríamos cerrar alguna operación
a mediados de este año”.
Milkaut en cifras Composición accionaria: Asociación Unión Ventas desagregadas por productos Plantas industriales 17 (14 en la Argentina y 3 en Brasil) |
El salto a Brasil
En mayo del ´98 los negocios de Milkaut dieron un salto importante: la compañía
concretó su desembarco industrial en Brasil para extender sus operaciones
a los estados sureños del principal socio del Mercosur. Un año
antes había abierto un centro de distribución en las cercanías
de Porto Alegre.
“El año pasado adquirimos una fábrica de productos lácteos en Ivotí, ubicada 80 kilómetros al norte de Porto Alegre, que nos permitió sumar la pata industrial a nuestra estrategia de atacar al mercado brasileño”, explica Zambón. Por ese establecimiento, luego bautizado como Milkaut Laticinios, la empresa desembolsó US$ 4,8 millones. El ejecutivo asegura que en Brasil, la firma emplea a 150 personas, procesa 100.000 litros diarios de leche y “elabora productos enviando materia prima argentina”.
“Consideramos que una radicación industrial en Brasil nos reportaría ventajas”, dice Zambón. Hasta entonces, y tal como venía sucediendo con muchas otras lácteas argentinas, Milkaut había sufrido demoras reiteradas para obtener sus licencias de importación. “La presencia fabril nos permite transferir materia prima más rápidamente: de eso depende el funcionamiento de plantas que generan fuentes de trabajo”, añade.
La crisis provocada por la devaluación del real no asusta a la compañía,
porque “las ventas de Milkaut Laticinios en enero cayeron sólo 3% en
relación con diciembre; la retracción de la demanda, en el peor
de los casos, puede llegar a 10%”, estima Zambón, y agrega: “Los brasileños
no pueden satisfacer su consumo doméstico de lácteos. Nuestros
clientes ya están negociando de qué forma pueden conseguir productos
argentinos con un descuento de 10% respecto de los valores que veníamos
manejando. En términos de negocios, Milkaut vendía a Brasil por
US$ 25 millones, lo que supondría una caída en la facturación
de US$ 2,5 millones”.
Lactosa y proteínas Una de las estrategias que desarrolló Milkaut en los últimos La lactosa es un insumo básico para la industria farmacéutica, “En 1994 señala el gerente general, Hernán Zambón Tanto la lactosa como las proteínas empleadas en la industria La más reciente innovación de Milkaut es la elaboración La producción se inició a mediados de diciembre. “Este |
Un socio para salir a la Bolsa
Ahora, todos los cañones de Milkaut apuntan a concretar la incorporación
de un socio que inyecte capital para sostener sus planes de expansión
nacional y regional. Zambón explica: “Nos disponemos a ceder 30% del
paquete accionario. Queremos conservar el control de la compañía.
Hasta ahora se acercaron fondos de inversiones, que ven la posibilidad de hacer
una Milkaut más grande. Los objetivos son crecer 1% anual en la participación
dentro del mercado lácteo nacional y llegar a la Bolsa entre el 2000
y el 2001”.
El ingreso del nuevo socio se definirá en mayo. Pese al silencio de Zambón, un consultor especializado en el sector lácteo señala que la puja tendría a The Exxel Group y el fondo de inversiones de la familia Perez Companc que en enero desembolsó US$124 millones para comprarle al fondo de inversiones AVP la láctea Abolio y Rubio, dueña de la marca La Paulina como principales contendientes. De esa forma, Milkaut provocaría involuntariamente, claro un nuevo round en la pelea que ambos fondos comenzaron a librar luego de que Perez Companc le arrebatara al grupo capitaneado por Juan Navarro la compra de Molinos.
Merchant Bankers Asociados y Newbridge también habrían mostrado su interés por adquirir el paquete minoritario de la compañía. El Banco Roberts actúa como agente financiero de la operación.
Mientras tanto, Zambón hace números: “Si nos guiamos por el
valor de las lácteas vendidas, el precio de la empresa ronda los US$
200 millones, con lo que la operación nos permitiría obtener hasta
US$ 60 millones”.