En Ciudad de Buenos Aires, el 18 de diciembre de 2025, ESET, a través de su iniciativa Digipadres, expuso la relevancia de promover una higiene digital sólida desde edades tempranas, en un entorno donde las infancias se encuentran rodeadas de pantallas y dispositivos inteligentes.
Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2024, que incluyó a 280.000 adolescentes de 44 países, evidenció que el uso problemático de redes sociales creció del 7% en 2018 al 11% en 2022, con mayor incidencia en niñas (13%) que en niños (9%). Investigaciones de la Academia Americana de Pediatría concluyeron que reducir el tiempo de exposición a pantallas, en lugar de eliminarlo, resulta más efectivo para el bienestar.
Desde Digipadres se define la higiene digital como el proceso de enseñar a los niños a utilizar la tecnología de forma intencionada, manteniendo control sobre lo que consumen y comparten. Se destaca la importancia de establecer límites desde pequeños y el rol fundamental del ejemplo adulto en la conformación de hábitos digitales.
Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, explicó: “El momento en que los niños empiezan a usar la tecnología es importante, pero también lo es cuánto y cuándo. No hay una regla única para todas las familias, pero los más pequeños son los que necesitan más estructura. Para los infantes, el tiempo frente a la pantalla debe limitarse a momentos breves y con un propósito, no más de 50 minutos al día, como videollamadas con familiares. A medida que crecen, las reglas pueden adaptarse a su edad y madurez”.
Entre las recomendaciones, ESET sugiere iniciar las conversaciones sobre seguridad digital desde los dos o tres años, establecer un Acuerdo Familiar Digital visible para todos los miembros del hogar, limitar el uso de pantallas en menores de tres años a momentos breves y promover actividades físicas y al aire libre.
Respecto a la desintoxicación digital, Jarmila Tomková, psicóloga infantil, advirtió: “La desintoxicación digital solo debería ser una opción cuando el niño ya tiene una higiene digital equilibrada. De lo contrario, podría ser más perjudicial que beneficiosa”.
Luis Lubeck, mentor educativo y miembro de la Comisión Directiva de Argentina Cibersegura, señaló: “Los hábitos digitales saludables empiezan con el equilibrio, la conciencia y el ejemplo de los padres. Los niños imitan lo que ven. Si los padres navegan en la mesa o responden mensajes durante el tiempo en familia, los niños aprenden que es normal. Establecer límites y vivir de acuerdo con ellos es la lección más poderosa que se puede dar. El mensaje es simple: enseñen a sus hijos que no pierden nada al guardar sus teléfonos. En cambio, ganan tiempo para la creatividad, el descanso y la conexión con el mundo físico”.
Digipadres, iniciativa impulsada por ESET, desarrolla materiales orientados a madres, padres y docentes para generar conciencia sobre riesgos y amenazas en el entorno digital, y acompañar el aprendizaje y la supervisión en el uso de nuevas tecnologías, según informó la compañía.












