United Launch Alliance (ULA) lanzó el 16 de diciembre de 2025, a las 3:28 (hora del Este de EE.UU.), un cohete Atlas V desde el complejo SLC-41 de Cape Canaveral Space Force Station, en Florida, con 27 satélites del servicio de internet satelital Amazon Leo. La misión, denominada Amazon Leo 4 por ULA y LA-04 por Amazon, se concretó tras postergar una oportunidad previa por condiciones de viento y con pronóstico de 95% de clima favorable.
Un despegue de madrugada y un Atlas V en modo pesado
El lanzador voló en configuración 551, una de las variantes de mayor capacidad del Atlas V: motor principal RD-180 en la primera etapa, asistido por cinco aceleradores sólidos, y una etapa superior Centaur con un único RL10C-1-1. Según la cobertura de la misión, los aceleradores se separaron antes de los dos minutos de vuelo; luego, la Centaur ejecutó un encendido de cerca de 13 minutos y el despliegue de satélites se programó a partir de T+20 minutos. La etapa superior realizó un encendido final para su desorbitación, una práctica orientada a reducir residuos en órbita.
Para ULA, se trató del último lanzamiento del año y del cuarto dedicado al programa de Amazon, que hasta hace pocas semanas se identificaba públicamente como Project Kuiper.
Del nombre en clave a la marca Amazon Leo
Amazon formalizó en noviembre el cambio de denominación: Project Kuiper pasó a llamarse Amazon Leo, “un guiño” a la órbita baja (LEO, por sus siglas en inglés) donde opera la constelación. El anuncio fue firmado por Rajeev Badyal, vicepresidente del programa, y lo enmarcó en el paso desde hitos iniciales —licencias, contratos de lanzamiento, misión prototipo— hacia una etapa de despliegue sostenido y construcción de marca.
En el mismo texto, la compañía señaló que ya opera una de las mayores líneas de producción satelital y que cuenta con más de 150 satélites en órbita, además de acuerdos comerciales con aerolíneas y operadores para futuras prestaciones de conectividad.
Plazo regulatorio y calendario de lanzamientos
La misión LA-04 dejó un dato operativo relevante: con este vuelo, Amazon alcanzó 180 satélites en órbita, resultado de cuatro misiones en Atlas V y tres en Falcon 9, de acuerdo con el recuento publicado tras el lanzamiento.
Ese avance convive con un condicionante regulatorio que ordena el cronograma. Bajo los términos de la autorización de la FCC otorgada en 2020 para una constelación de 3.236 satélites, el proyecto debe tener en servicio la mitad del sistema hacia el 30 de julio de 2026 (y el total hacia 2029).
El punto no es menor: en la economía de las megaconstelaciones, el costo de capital, la disponibilidad de cohetes y el ritmo industrial de fabricación tienden a definirse por ventanas regulatorias. La inversión anunciada por Amazon para el proyecto supera los US$ 10.000 millones, en un negocio donde la escala inicial condiciona el costo por usuario y la calidad de servicio (latencia y capacidad).
Competencia y diferenciación en un mercado ya poblado
Amazon Leo se inserta en un mercado donde Starlink corre con ventaja por volumen de satélites y despliegue global. En la cobertura previa al lanzamiento, se consignó que Starlink ya opera más de 9.000 satélites, una distancia que obliga a Amazon a sostener cadencias altas de lanzamiento y a diversificar proveedores.
La lectura industrial también incluye a ULA. Atlas V es un sistema con historial y confiabilidad, pero forma parte de una flota que la empresa reemplaza progresivamente por Vulcan Centaur. En ese marco, cada misión de Atlas V asignada a Amazon combina dos objetivos: sumar cobertura a la constelación y administrar un recurso de lanzamiento con unidades remanentes y demanda competitiva.
La próxima etapa, más allá del conteo satelital, será traducir el despliegue en servicio comercial. Amazon ya comunicó que iniciará el roll-out cuando cuente con más capacidad y cobertura, y reportes previos señalaron que el sistema se vuelve operativo con un umbral inicial de cientos de satélites en servicio, una forma de asegurar continuidad regional y gestión de tráfico.












