El agotamiento laboral, conocido como burnout, ha cobrado relevancia en los entornos de trabajo de Latinoamérica. Según el estudio Burnout Laboral 2025 de Buk, el 46% de los trabajadores en la región experimentó este fenómeno en el último año, mientras que en Argentina, nueve de cada diez empleados afirman haberlo atravesado al menos una vez.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el burnout como un fenómeno ocupacional derivado del estrés crónico no gestionado, que impacta tanto la mente como el cuerpo. Entre sus manifestaciones se encuentran el cansancio constante, la fatiga, los trastornos digestivos y el debilitamiento del sistema inmunológico. Además, la alteración de la digestión puede influir en el estado de ánimo y la concentración, según reporta la OMS.
En este escenario, el autocuidado se consolida como herramienta clave para preservar la salud integral. Cuidar la salud durante la jornada laboral no implica reducir la productividad, sino sostenerla: la atención a los primeros signos de malestar permite prevenir el agotamiento físico y emocional.
Heacleff Gutierrez, Science Head para la región en Opella, sostiene: “Pasamos gran parte del día trabajando, y ahí también necesitamos cuidarnos. El bienestar no siempre depende de grandes cambios, sino de pequeños gestos que marcan la diferencia. Detenerse un minuto, respirar y escuchar al cuerpo no es perder el tiempo: es la mejor inversión para seguir rindiendo con bienestar”.
Con el objetivo de fomentar el bienestar en el trabajo, la compañía comparte seis microacciones para enfrentar el estrés laboral: hacer pausas breves para moverse, cuidar la digestión mediante una alimentación calmada y regular, mantener una buena hidratación, atender síntomas leves de inmediato, ventilar los espacios de trabajo y asegurar un descanso adecuado al finalizar el día.
Estas prácticas sencillas contribuyen a prevenir malestares físicos y refuerzan el bienestar emocional, de acuerdo con lo informado por Opella.
