Los desarrollos en inteligencia artificial (IA) están modificando el escenario del sector salud a nivel internacional y regional. De acuerdo con un informe de Global Health Intelligence, se proyecta que el mercado de IA aplicada a servicios de salud en Latinoamérica alcanzará los US$ 349 millones en 2030.
En la región, Brasil, México y Argentina encabezan la adopción de chatbots en la atención médica. El 53 % de los profesionales de la salud prevé una integración significativa de estas herramientas para mejorar el acceso y la eficiencia en la relación con los pacientes, con la meta de reducir tiempos de espera que actualmente superan los 90 minutos, mientras que las consultas médicas promedian cerca de 12 minutos.
Los chatbots de atención médica son asistentes inteligentes que permiten resolver preguntas frecuentes, reservar turnos, enviar recordatorios y gestionar consultas repetitivas. Según datos relevados por Infobip, el 74 % de los usuarios opta por un chatbot para consultas sencillas y el 90 % de las inquietudes se resuelven en 10 mensajes o menos. Además, en Estados Unidos el 52 % de los pacientes ya accede a sus datos sanitarios a través de estas soluciones.
Janeth Rodríguez, VP de Revenue para América Latina de Infobip, señaló: “Las personas quieren rapidez, comodidad y fiabilidad de sus proveedores de atención médica, y los chatbots pueden ayudar a aliviar gran parte de la presión que sufren a diario los centros de salud y las farmacias. Pero es fundamental que cuenten con flujos de trabajo aprobados y supervisión humana, para garantizar seguridad y confianza en la comunicación con los pacientes”.
Entre los principales usos de chatbots médicos con IA se encuentran la gestión de turnos, el envío de recordatorios para recetas y vacunación, la orientación médica y la localización de clínicas o farmacias cercanas. Los sistemas más avanzados, basados en IA conversacional, emplean procesamiento del lenguaje natural y aprendizaje automático para imitar el habla humana y ofrecer experiencias más complejas.
“Estos sistemas utilizan procesamiento del lenguaje natural y aprendizaje automático para imitar el habla humana, pero es esencial garantizar que toda la información sea correcta, precisa y ética”, agregó Rodríguez.












