Spire Global anunció desde Viena que Deloitte contrató a la compañía para diseñar, construir y operar ocho satélites equipados con cargas útiles avanzadas de radiofrecuencia y geolocalización. Estas unidades ampliarán las capacidades en órbita del programa Silent Shield, el sistema de detección de intrusiones y anomalías cibernéticas que la consultora lanzó este año en su primer satélite, Deloitte-1.
Los nuevos satélites estarán destinados a proteger activos espaciales de clientes comerciales y gubernamentales, reforzando la ciberresiliencia de las constelaciones frente a ataques que buscan interferir o manipular los servicios críticos que prestan desde el espacio.
Una alianza que se consolida
El acuerdo formaliza una segunda etapa en la relación entre ambas empresas. En marzo de 2025, Deloitte lanzó Deloitte-1 a bordo de la misión Transporter-13 de SpaceX, con un primer payload de Silent Shield destinado a probar, en condiciones reales, un sistema de detección de ciberataques sobre satélites en órbita baja.
Desde entonces, el equipo espacial de Deloitte realizó simulaciones y pruebas de ciberataques sobre Deloitte-1 para validar el desempeño del sistema. La nueva constelación multiplica esa capacidad de ensayo y entrenamiento, al disponer de ocho plataformas dedicadas para experimentar con arquitecturas de defensa cibernética distribuidas.
Según el comunicado, cada satélite llevará cargas útiles de radiofrecuencia y geolocalización que permiten observar en detalle el comportamiento de las señales que utilizan los sistemas espaciales, identificar patrones anómalos y asociarlos a intentos de intrusión o interferencia.
Qué es Silent Shield
Silent Shield es un sistema de detección de intrusiones cibernéticas diseñado por Deloitte para monitorear en tiempo casi real los riesgos que enfrentan los satélites en operación. Analiza datos de telemetría y comunicaciones con el objetivo de identificar actividad anormal que pueda afectar la capacidad del satélite para cumplir su misión, y emitir alertas a los operadores para que adopten medidas de mitigación.
De acuerdo con Deloitte, el crecimiento del número de satélites en órbita —desde un orden de 10.000 hoy hasta una cifra proyectada cercana a 100.000 hacia 2030— incrementa la superficie de ataque del sector espacial y vuelve central la gestión de riesgos cibernéticos en este entorno.
La decisión de llevar las capacidades de defensa al propio espacio, y no limitarse a infraestructuras en tierra, responde a esta evolución. Un “rango cibernético” en órbita permite probar técnicas de ataque y defensa directamente sobre hardware espacial real, en condiciones de operación, y desarrollar respuestas adaptadas a un entorno donde la latencia, la cobertura y las limitaciones energéticas son determinantes.
El rol de Spire en la cadena de valor espacial
Spire Global opera una constelación propia de nanosatélites que recopila datos de radiofrecuencia para servicios de meteorología, seguimiento marítimo y aéreo, así como detección de interferencias y suplantación de señales (spoofing). Además de vender datos, la compañía ofrece soluciones de Space as a Service: pone a disposición su infraestructura orbital y terrestre para que terceros incorporen cargas útiles específicas sin tener que desplegar una constelación desde cero.
En el caso de Deloitte, Spire aportará un servicio de punta a punta: fabricación de los satélites, gestión de los lanzamientos, operación en órbita y transmisión segura de los datos hacia los entornos en la nube de la consultora. La empresa destaca que su red de más de 34 estaciones terrenas y estaciones asociadas permite manejar comunicaciones cifradas para clientes que requieren altos estándares de seguridad.
Para Spire, el contrato refuerza su posicionamiento en el segmento de servicios espaciales para defensa y ciberseguridad, un nicho donde la capacidad de desplegar satélites en “meses y no años” se presenta como ventaja competitiva frente a proveedores tradicionales.
Impacto para empresas y gobiernos
Para Deloitte, la nueva constelación de ocho satélites amplía el alcance de Silent Shield como plataforma de pruebas y como servicio de monitoreo para clientes con operaciones sensibles que dependen de infraestructura espacial, desde organismos de defensa hasta empresas de telecomunicaciones, energía o logística.
El programa permitirá ofrecer servicios de detección temprana de comportamientos atípicos en satélites propios o de terceros, simulaciones de “incidentes cibernéticos” para entrenar equipos de respuesta y validación de medidas de protección antes de su despliegue en sistemas críticos. En un contexto de creciente preocupación por la resiliencia de las cadenas de suministro y las redes de comunicaciones, el espacio comienza a verse como un eslabón más de la arquitectura de seguridad.
El avance también ilustra un cambio en la relación entre la industria de consultoría y el sector espacial. Más allá de la asesoría tradicional, firmas como Deloitte empiezan a operar activos en órbita como parte de sus soluciones tecnológicas, mientras empresas como Spire monetizan su capacidad industrial y su infraestructura mediante acuerdos llave en mano con actores que no pertenecen al ecosistema espacial clásico.
La constelación de ocho satélites de Deloitte y Spire quedará como un caso de referencia de esta convergencia entre servicios profesionales, datos espaciales y ciberseguridad. Su desempeño será observado de cerca por gobiernos y corporaciones que evalúan cómo integrar la dimensión espacial en sus estrategias de gestión de riesgo tecnológico.
