En el ámbito del bienestar personal, el cuidado de la piel ha estado tradicionalmente enfocado en el rostro, mientras que el cuerpo quedó relegado a una atención básica. Un estudio de Vaseline revela que el setenta y nueve por ciento de las mujeres considera más importante el cuidado facial que el corporal.
Esta percepción cultural, que llevó a rutinas faciales más extensas, está cambiando a partir de una creciente demanda por fórmulas y activos específicos para el cuerpo. Los tratamientos corporales, antes limitados a la hidratación postducha, ahora integran ingredientes como la centella asiática, complejos aminoacídicos con silicio e hidroxiprolina, y retinol, dirigidos a mejorar firmeza, elasticidad y reparación.
Según información elaborada por el equipo de Lidherma, una rutina corporal efectiva no requiere complejidad, pero sí constancia. Se propone una secuencia de tres pasos: limpieza, aplicación de activos concentrados e hidratación. La higiene es fundamental para remover impurezas y preparar la piel. En este contexto, la Espuma Corporal de Lidherma, que contiene activos para pieles con celulitis, foliculitis y flacidez, se presenta como una opción de uso diario.
Para mejorar la tonicidad, la Fórmula Corporal Firmeza de Lidherma combina ingredientes que refuerzan la estructura cutánea y ofrecen un efecto afirmante. En cuanto a hidratación, la crema Ultra Vitaminada incluye vitamina A, vitamina E y retinol, junto con una base emoliente de glicerina y vaselina líquida, protegiendo frente a la sequedad y siendo adecuada para el cuidado post solar.
El cuidado corporal, lejos de tratarse de una rutina compleja, comienza a instalarse como un hábito consciente, equiparando la dedicación que tradicionalmente se destinó al rostro y reflejando una visión integral del bienestar.












