Hay mucho más en el cielo y en la tierra, profesor Kotler…

    El 7 de julio de 2002,el profesor Kotler escribió…
    Bruce:
    Estoy perplejo con tu reseña de Marketing Professional Services. Cinco
    de cada seis personas están de acuerdo con la reseña positiva
    de cinco estrellas que mereció de otra persona. La tuya sugiere que el
    libro no sirve y confunde, y sin embargo muchos grandes estudios de abogados
    han recibido con entusiasmo nuestros seminarios basados en el manuscrito. Dices
    también que el libro está lleno de errores fácticos y conceptuales.
    ¿Podrías decirnos cuáles son? Podríamos mejorar
    el libro aprendiendo todo lo que podamos.
    Me queda la sensación de que tuviste una razón más profunda
    para condenar el libro, pero no sé cuál puede ser. Además,
    yo nunca haría eso a un autor y al menos daría un análisis
    más equilibrado de sus puntos buenos y malos.
    Cordialmente,
    Philip Kotler
    Yo respondí como sigue…
    Philip…
    Evidentemente sólo has visto la reseña abreviada en Amazon. La
    versión completa está en The Marcus Letter on Professional Services
    Marketing (www. marcusletter.com), mi newsletter on line. Voy a contestar tus
    preguntas de por qué reseñé el libro como lo hice, y a
    citar algunos de los errores e inexactitudes que pides.
    También te voy a explicar por qué me tomé el trabajo de
    hacer la reseña. Hago marketing legal y contable desde 1951, mucho antes
    de la decisión Bates. En The Marcus Letter verás un resumen de
    mis antecedentes, especialmente en este campo. He visto cómo fue cambiando
    el proceso a través de los años, mientras reflexionaba y aumentaba
    mi comprensión de las características distintivas –muchas
    veces exclusivas–del marketing en una firma profesional. Allí verás,
    también, muchos artículos sobre diversos aspectos del proceso,
    cada uno de ellos escrito a partir de la experiencia, no de la teoría.
    Yo escribo sobre lo que sirve, no sobre lo que teóricamente debería
    servir.
    Reseño gran cantidad de libros sobre marketing (ver en The Marcus Letter
    reseña del libro de Larry Smith), y normalmente no reseño libros
    que califico negativamente. Pero he pasado muchos años tratando de comprender
    y resolver los misterios de las características distintivas del marketing
    de servicios profesionales y creo que tu libro, especialmente destacado por
    tu reputación, retrotrae el proceso a mediados de la década de
    los ’70. Bastante difícil nos resulta ya a todos los que trabajamos
    con firmas profesionales crear una cultura de marketing para que aprendan a
    competir usando medios no tradicionales como para que además tengamos
    que luchar contra teorías anacrónicas. Ésa es la “razón
    más profunda” que motivó mi crítica.
    Da una mirada a The Marcus Letter, que es leída internacionalmente por
    más de 22.000 abogados, contadores, consultores y los marketineros que
    los atienden. Si quieres refutar mi reseña, con todo gusto la publicaré,
    textualmente, en The Marcus Letter.
    A lo cual respondió…
    Marcus:
    Te hago esta pregunta. Supón que una firma de abogados de tamaño
    mediano viene teniendo bajos ingresos y ganancias desde hace unos cuantos años.
    La firma decide que es hora de crear un plan para generar mayor crecimiento
    y mejores resultados. Aconséjales diez pasos a seguir para hacer crecer
    su negocio. Apuesto a que por lo menos 90% de tus consejos estarían incluidos
    en nuestro libro. Y digo más: nuestro libro daría a esos profesionales
    una mentalidad de marketing, algo que va más allá de pensar en
    productos, precios, lugares y promoción. Les haría pensar en cuáles
    mercados quieren ir a buscar, cómo hacer contactos, cómo lograr
    visibilidad integrando organizaciones, dando charlas, escribiendo artículos,
    desarrollando un sistema de base de datos de clientes, mejorando su marca, desarrollando
    planes estratégicos y mucho más.
    En suma, creo que nuestro libro les daría ideas útiles. Si no
    estás de acuerdo, perteneces a una minoría de uno, porque el libro
    ha merecido elogios de muchos abogados que vieron el manuscrito.
    Y hazme saber qué libro recomendarías a esta hipotética
    firma que lea para que les brinde una mejor mentalidad de marketing para hacer
    crecer su negocio.
    Desearía que tú hubieras escrito ese libro para que yo pudiera
    ver qué cosas profundas tienes para decir que nosotros no hayamos dicho.
    Philip Kotler
    Y aquí, mi respuesta …
    Mi querido profesor Kotler:
    Sus preguntas me desconciertan. Yo, y gran cantidad de directores de marketing
    para firmas legales y contables, enfrentamos y resolvemos el problema de crear
    programas de marketing todos los días de nuestra vida laboral. Los resolvemos
    con propuestas que pueden, en varias áreas, parecer cercanas a sus ideas,
    pero rara vez usamos sus ideas como patrón.
    Sí, claro que un programa de marketing comienza por poner en el centro
    la clientela que se pretende conseguir. Claro que hay que definir objetivos.
    El posicionamiento es invalorable –no como lo describe usted, sino como
    está definido en mi artículo (“A Fixed Position In A Moving
    World”) sobre el tema en The Marcus Letter. Y sí, las herramientas
    de marketing se usan para lograr los objetivos de la firma y del marketing.
    Todo esto hacemos y venimos haciendo desde que la decisión Bates hizo
    viable el marketing para los profesionales en 1977. Hacemos todo esto y más
    sin referencia a las cuatro P o las cuatro X o las cuatro cualquier otra teoría
    académica abstracta que se extraiga del marketing de productos. Tenemos,
    incluso, que tratar con conceptos de fijación de precios, aunque no como
    los describe su libro.
    Es indudable que muchos de los conceptos que uso y endoso están desarrollados
    en su libro. Pero su contexto está equivocado, y las ideas distorsionadas
    mediante visiones teóricas que provienen de una falta de experiencia
    directa y de la incomprensión de los problemas exclusivos de los profesionales.
    Dar consejo, particularmente a gente que no tiene marco de referencia ni tradición
    de marketing es fácil. Asumir la responsabilidad de los resultados de
    esos consejos –que es lo que yo y la mayoría de los consultores
    de marketing siempre hemos hecho y debemos hacer– define la validez de
    ese consejo.
    El secreto, ausente en su libro, es que las diferencias entre marketing de productos
    y marketing de servicios profesionales deben ser reconocidas antes de que se
    pueda hacer cualquier esfuerzo de marketing. Esas diferencias nada tienen que
    ver con intangibilidad –una irrelevancia constante– sino con la
    naturaleza y cultura del profesional. Comprender esas diferencias, y todos sus
    matices, es fundamental. Algunos detalles, por ejemplo…
    l Si yo le vendo a usted un producto, el producto queda y yo me voy. Si en cambio
    le vendo un servicio, quedo yo.
    l Puede que haya mil personas detrás de la fabricación y distribución
    de un producto. El producto es la interfaz entre el cliente y la gente que lo
    hace. La interfaz entre la firma legal o contable y el cliente es el contador
    o abogado que realiza el servicio.
    l Marketing para el fabricante es el departamento de marketing. El resto de
    la gente en la compañía no está específicamente
    involucrado en el proceso mismo de marketing. Mientras los marketineros profesionales
    pueden crear y aplicar programas, ningún programa de marketing de servicios
    profesionales puede ser usado sin la activa participación de los profesionales
    involucrados.
    l Pero hay un serio problema cultural. Sin tradición de marketing en
    las profesiones, los abogados y contadores, experimentados en sus profesiones
    pero sin entrenamiento en marketing, necesitan que les enseñen a ser
    marketineros. Antes de poder aplicar un programa de marketing, debe haber una
    modificación de la conducta, y hay que instalar una cultura de marketing.
    Ése es el secreto del éxito en este campo.
    l Peter Drucker solía decir que el propósito de una empresa es
    crear un cliente. Pocos profesionales comprenden ese concepto, una poderosísima
    razón por la cual les resulta tan difícil venderse.
    Hay otro problema que da realidad a mi reseña de su libro. Desde Bates,
    y desde que usted esbozó por primera vez los principios de marketing
    que propone, muchas cosas importantes han cambiado (más allá de
    los evidentes efectos de la tecnología, que son profundos).
    l La naturaleza de los mercados que atienden las profesiones –y por cierto,
    todo el mundo comercial– ha evolucionado sustancialmente.
    l A medida que se iba acumulando experiencia en marketing de servicios profesionales,
    cambió la naturaleza misma de la práctica. Ahora es mucho más
    dinámica y reclama mayor innovación. Abogados y contadores aprendieron
    a competir de maneras que nunca habían creído posibles 20 años
    atrás. Hoy los encargados de vender servicios profesionales son infinitamente
    más sofisticados de lo que eran inmediatamente después de Bates.
    Su libro, como dije en mi reseña, congela el proceso como hubiera sido
    en 1977, el año siguiente a Bates.
    En cuanto a sus otros puntos, hay abogados con experiencia y sin experiencia
    (y también contadores). Están los abogados que entienden los puntos
    que acabo de delinear y están los ingenuos. Por más buenos que
    sean en sus profesiones, casi nunca son buenos vendedores de sí mismos
    (con notables excepciones, por supuesto). No me impresiona, entonces, que haya
    algunos que acepten sus conceptos de marketing. Sin tradición en la materia,
    ni verdadera idea de competencia, no tienen marco de referencia.
    En cuanto a mejores libros sobre el tema, hay una gran cantidad. Está,
    por supuesto, el material en The Marcus Letter, que refleja mi propia experiencia
    (yo no escribo teoría, sino sólo lo que sé por trabajos
    experimentales). Larry Smith, cuyo libro Inside/Outside, reseño prácticamente
    al lado del suyo, profesor, ha escrito uno de los mejores libros en la materia.
    Cualquiera de los trabajos de David Maister sobre el tema es magnífico,
    como también lo es todo lo que han escrito Patrick Mc Kenna y Gerry Riskin.
    McKenna y Maister sólo escribieron un excelente libro sobre grupos profesionales.
    Todos esos libros están reseñados y enumerados en The Marcus Letter.
    Mis propios libros sobre el tema, Competing For Clients (1984) y Competing For
    Clients in the 90s (1992) fueron de los primeros sobre la materia y todavía
    están considerados manuales básicos para la enseñanza del
    marketing profesional, aunque están agotados y un poco desactualizados,
    porque hemos aprendido muchas cosas desde entonces. Sin embargo, estoy seguro
    de que usted los va a poder encontrar. Están en circulación (el
    que no está agotado es New Dimensions in Investor Relations, mi libro
    de más venta sobre relaciones con inversionistas, con una propuesta marketinera
    para esas relaciones). La American Bar Association tiene un maravilloso programa
    de publicaciones. Como académico, usted debería conocerlas a todas.
    Dicho sea de paso, ¿por qué no hay bibliografía en su libro,
    profesor?
    No, no soy una minoría de uno. He comentado su libro con muchos colegas
    en las profesiones. No creo siquiera estar en minoría.
    Como le dije, con imparcialidad voy a publicar sus refutaciones, incluso cualquiera
    que quiera enviar a esta respuesta, en The Marcus Letter. Discrepo con usted,
    pero tiene derecho a ser escuchado.
    Bruce W. Marcus