Recientes anuncios del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevén el desembolso de aproximadamente US$ 4.000 millones en apoyo financiero para Argentina. La Fundación Mediterránea, bajo la presidencia de María Pía Astori, publicó un informe que analiza el alcance potencial de estos fondos y su impacto en las jurisdicciones provinciales.
El estudio señala que la asignación de los recursos dependerá de la naturaleza de cada programa y de la capacidad de gestión de las provincias. Los fondos están destinados a áreas clave como modernización tributaria, educación, empleo e infraestructura crítica, con el objetivo de fortalecer los servicios públicos y fomentar el desarrollo regional.
La canalización de los aportes se realizará de manera mixta: una parte será distribuida a través del Estado nacional, mientras que otra se asignará mediante proyectos con intervención privada. Esta modalidad busca combinar la acción pública con la participación del sector privado, favoreciendo la eficiencia en la implementación.
El informe destaca que el impacto territorial no será uniforme. “Las provincias con programas activos y buena ejecución previa captarán más recursos”, afirma el análisis de la Fundación Mediterránea. Esta situación podría generar diferencias significativas en los beneficios obtenidos por cada jurisdicción, en función de su experiencia y antecedentes en la gestión de fondos internacionales.
La entidad relevó el alcance de los programas y los posibles beneficios para las provincias, considerando tanto el historial de ejecución como la capacidad para presentar proyectos competitivos. De acuerdo con la Fundación Mediterránea, “el destino de estos fondos variará según el tipo de programa y la capacidad de gestión de cada provincia”.












