En la antesala de las elecciones, el mercado financiero nacional aguarda el dato de inflación y la realización de una nueva licitación del Tesoro, mientras analiza el impacto del swap con Estados Unidos y la evolución del tipo de cambio.
Emilio Botto, jefe de Estrategia de Mills Capital Group, expone que el objetivo del swap promovido por Bessent es generar confianza y reducir el riesgo país, facilitando la refinanciación de la deuda argentina. Según Botto, el paquete aportado por el Tesoro estadounidense tendría una dimensión suficiente para estabilizar el mercado cambiario y evitar presiones sobre la banda superior del dólar. En ese sentido, las novedades provenientes de Estados Unidos contribuyen a aliviar el frente financiero y podrían otorgar “un par de semanas de relativa paz cambiaria”.
En cuanto a la inflación, Botto anticipa que el dato de septiembre se situaría cerca del 2,1%, acorde al promedio proyectado por el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado). Este nivel consolidaría un trimestre con estabilidad en torno al 2% mensual, lo que representa una desaceleración respecto al primer semestre. No obstante, persiste un contexto de actividad económica débil y un proceso de reacomodamiento nominal.
De cara al cierre del año, la evolución de los precios dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener la disciplina monetaria tras las elecciones y de la estabilidad cambiaria derivada del acuerdo con el Tesoro estadounidense. Si el programa logra consolidar las expectativas, la inflación anual podría ubicarse cerca del 30%.
“La trayectoria de precios dependerá de la capacidad del Gobierno de sostener la disciplina monetaria después de las elecciones”, señaló Botto, en referencia a los desafíos que enfrenta la economía argentina.












