La consultora de recursos humanos y management Integralis ha publicado un estudio sobre transformación organizacional, a partir del relevamiento de 45 compañías en 18 industrias, con mayor presencia en Argentina y México. El informe examina los desafíos internos que enfrentan las empresas durante procesos de cambio, impulsados por reestructuraciones, avances tecnológicos y modificaciones en el liderazgo.
El 91% de las organizaciones analizadas atraviesa procesos de transformación. Aunque el 80% de los participantes se percibe capaz de adaptarse, el 40% señala que sus equipos carecen de habilidades suficientes para afrontar estos cambios. La comunicación emerge como un factor crítico: el 47% afirma recibir información poco clara y el 55% considera que su involucramiento es escaso o nulo.
El informe subraya la importancia de la gestión comunicacional en los procesos de cambio. La insuficiencia de información y la falta de participación limitan el éxito de las transformaciones, según los datos relevados. El análisis de Integralis advierte que la estrategia en este aspecto resulta eficaz solo para el 33% de los encuestados.
Las percepciones varían según el nivel jerárquico. La Dirección asocia la transformación a expansión e innovación, mientras que la Gerencia la vincula a la implementación tecnológica y reorganización. En tanto, la Coordinación interpreta el cambio como una transformación cultural y de liderazgo.
La consultora destaca que la gestión del cambio es desigual y que la integración sistemática del aprendizaje posterior es escasa. Esta carencia restringe la evolución y la innovación dentro de las organizaciones. “La transformación no es un evento, es una condición permanente. Pero sin estrategia, se convierte en desgaste. El desafío no es evitar el cambio, sino diseñarlo con conciencia, integrarlo con propósito y sostenerlo con estructuras que habiliten la acción colectiva. Porque transformar no es solo hacer distinto, sino entender por qué, para qué y con quién se hace”, señalaron desde Integralis.
El informe concluye que la falta de comunicación y participación, junto con la ausencia de mecanismos de aprendizaje post-cambio, limita el potencial de los procesos de transformación empresarial.












