jueves, 18 de diciembre de 2025

Quién es Omnispace y porqué no reemplaza a Starlink

El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) autorizó recientemente a Omnispace Argentina S.R.L. a prestar servicios TIC e inscribió el Servicio Móvil por Satélite. La licencia no asigna espectro de manera automática y exige condiciones técnicas previas al inicio comercial.

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Omnispace es una empresa con sede en Virginia (EE.UU.) que desarrolla una red satelital integrada a los estándares 3GPP para habilitar comunicaciones directas desde el espacio a teléfonos y equipos de internet de las cosas. Su propuesta se apoya en la banda S (2 GHz) y en la interoperabilidad con redes móviles existentes, con la premisa de que el usuario final no requiera accesorios adicionales.

Historia y propuesta tecnológica

La compañía fue fundada en 2012 y opera bajo un modelo de capital privado. Desde su origen, enmarcó su estrategia en una infraestructura non-terrestrial network (NTN) concebida como extensión de la red móvil: una “one global network” que conecte terminales compatibles allí donde la cobertura terrestre es insuficiente o inexistente.

En 2022 puso en órbita los demostradores Spark-1 y Spark-2 para validar enlaces 5G en banda S con telefonía y sensores. La elección de 2 GHz no es casual: se trata de espectro armonizado para servicios móviles por satélite y normalizado por 3GPP, lo que reduce costos de adopción al apoyarse en una base tecnológica conocida por fabricantes y operadores.

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La arquitectura de red descansa en un core 5G desplegable en la nube, capaz de administrar señalización, itinerancia y calidad de servicio en conjunto con operadores móviles. En términos prácticos, el satélite deja de ser un sistema aparte para comportarse como otra celda de la red, con reglas conocidas por la industria.

Autorización en Argentina

El 6 de agosto de 2025, Enacom otorgó a Omnispace Argentina S.R.L. la licencia TIC e inscribió el Servicio Móvil por Satélite. El acto administrativo explicita que la licencia “no presupone” la disponibilidad de frecuencias: la asignación de espectro, la autorización de estaciones y la coordinación internacional deberán tramitarse por separado y cumplirse antes de cualquier despliegue.

La decisión coloca a un nuevo actor en el ecosistema local de conectividad satelital. A diferencia de los servicios de banda ancha satelital tradicional, la oferta de Omnispace apunta a integrarse con la telefonía móvil, ampliando la huella de cobertura con dispositivos que, a medida que incorporen NTN 3GPP, podrían conectarse sin hardware adicional.

Para el lector que busque un marco conceptual sobre comunicaciones directas al dispositivo —Direct-to-Device (D2D)—, Mercado publicó una guía de referencia: “La última frontera de la conectividad: política, economía y tecnología en la era D2D”. Allí se explica el concepto, el modelo de negocio y sus límites operativos.

Qué servicios ofrece

La hoja de ruta pública de Omnispace organiza tres líneas: a) comunicaciones direct-to-device (mensajería, voz y datos) sobre estándares 3GPP; b) IoT masivo y de misión crítica para activos distribuidos; y c) integración con operadores móviles mediante roaming y gestión centralizada en el core 5G.

El valor diferencial es la estandarización. Al apoyarse en 3GPP, la compañía busca que los smartphones y módulos IoT incorporen NTN como una función más del módem, sin antenas satelitales voluminosas ni terminales dedicadas. El resultado esperado es una curva de adopción más rápida y costos totales más bajos para industrias que operan fuera de la cobertura.

Como antecedente tecnológico del sector, Mercado documentó hitos de validación industrial en “Thales, Ericsson y Qualcomm con tecnología 5G al espacio”, donde se detalla cómo los fabricantes están incorporando capacidades NTN en el ecosistema de dispositivos.

Gobierno corporativo, alianzas y presencia

Omnispace es una sociedad privada; no cotiza en mercados públicos. Su accionariado incluye fondos de capital de riesgo y socios estratégicos. En el plano industrial, mantiene acuerdos con fabricantes e integradores para acelerar la interoperabilidad y el escalado comercial.

Entre sus alianzas figuran Thales Alenia Space (demostradores Spark), acuerdos con operadores y colaboraciones tecnológicas en nube para el core 5G. En paralelo, la empresa trabaja con telcos en África y Asia para ensayar casos de uso de IoT y cobertura ampliada. El enfoque es progresivo: avanzar país por país con habilitaciones regulatorias y pruebas de campo antes del lanzamiento comercial.

En América Latina, además de la autorización en la Argentina, la compañía reporta avances regulatorios y pilotos en mercados vecinos. La estrategia sugiere un despliegue escalonado, dependiente de la coordinación de espectro, la homologación de terminales y la maduración del soporte NTN en dispositivos.

Cómo se diferencia de Starlink

La comparación más frecuente en el mercado local es con Starlink. La diferencia conceptual es nítida. Omnispace apunta a la continuidad de la red móvil mediante una NTN 5G en banda S, con acceso directo desde equipos compatibles y con roaming entre tierra y espacio. Starlink, en su oferta principal, proporciona banda ancha satelital en Ku/Ka mediante terminales dedicadas para hogares, empresas y movilidad.

En cuanto al dispositivo del usuario, el proyecto de Omnispace se apoya en que los smartphones y módulos IoT incorporen NTN sin hardware adicional. Starlink requiere una antena propia para sus servicios de alta capacidad; su línea Direct-to-Cell —basada en LTE— habilita funciones acotadas y evoluciona por fases. Mercado ha seguido esa transición y sus límites de capacidad: “La caída global de Starlink expone vulnerabilidades geopolíticas en la infraestructura satelital” y “Starlink alcanza su capacidad máxima en zonas de Argentina, limitando nuevas suscripciones”.

La tercera diferencia es regulatoria. Omnispace debe coordinar banda S armonizada para servicios móviles por satélite, en diálogo con los reguladores nacionales y con el andamiaje de 3GPP. Starlink opera con autorizaciones específicas para Ku/Ka y, en Direct-to-Cell, con acuerdos para utilizar bandas móviles terrestres en cada país. En ambos casos, el ritmo comercial queda atado a permisos, coordinación internacional y disponibilidad de terminales.

Qué implica para empresas y políticas públicas

Para sectores como energía, agro, transporte, minería y seguridad pública, la propuesta de Omnispace habilita continuidad operativa con dispositivos estándar y cobertura ampliada. La ventaja no radica en el “máximo ancho de banda”, sino en la capilaridad y la integración nativa a la red móvil. Esto reduce fricción de adopción y permite escalar soluciones de telemetría, monitoreo y comunicación crítica.

Para el regulador y los operadores, el desafío es doble: garantizar condiciones técnicas y de espectro que preserven la convivencia con servicios existentes y, al mismo tiempo, acelerar la disponibilidad de terminales compatibles. En este punto, la coordinación con fabricantes y el calendario de firmware para habilitar NTN en los módems serán tan determinantes como los permisos nacionales.

Quien desee seguir la evolución competitiva y regulatoria del Direct-to-Device puede consultar la cobertura continua de Mercado en la sección Economía del Espacio. Allí se documentan los avances de estándares, los modelos comerciales emergentes y los impactos sobre la infraestructura crítica.

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