Vender es muy fácil, pero cobrar es difícil

    Por Gustavo Baiman


    Ezequiel Arbusti
    Foto: Gabriel Reig

    La venta de música en formato digital registra una importante evolución. Según la Cámara Argentina de la Industria del Discos (Capif) durante el primer semestre de 2007 las ventas digitales, tanto en Internet como por telefonía móvil, crecieron 276% con respecto al mismo período de 2006. Sin embargo, la participación del segmento digital frente al soporte físico todavía es muy baja. 96% de las ventas sigue siendo en formato CD. Lo que indica con claridad que la oportunidad de generar negocios en torno a los formatos digitales recién está comenzando.
    Una de las primeras empresas que empezaron con la venta de música en formato digital en nuestro medio y que pretende liderar el sector es 10Música. Esta firma, que pertenece al multimedio de Daniel Hadad, cambió de estrategia a mitad de este año. Pasó de tener un único sitio con una visión integradora donde convivían contenidos editoriales con la plataforma para las bajadas de canciones y ringtones, a desarrollar tres websites para cada contenido. Quedó 10Música como un portal sólo de información de espectáculos y se creó BajáMúsica para la adquisición de música digital y 10Móvil para la comercialización de ringtones y truetones (fragmento de canciones en MP3) para telefonía celular.
    “BajáMúsica es un sitio de comercio electrónico netamente transaccional. Es lo que nos va a permitir mejorar y hacer evolucionar el producto de tienda sin estar amarrado a un producto de contenido editorial, que obviamente vamos a seguir trabajando para que tenga su propia evolución, pero por caminos complementarios. La otra marca, 10Móvil es de mensajería de texto y descargas de ringtones y truetones. En este caso aparece la figura del “agregador”, donde realizamos alianzas estratégicas con operadores móviles al par que gestionamos y aportamos contenidos que pueden ser del grupo o de terceros”, dice Ezequiel Arbusti, gerente de Contenidos Digitales del grupo.
    Son negocios distintos. En el caso de 10Música la línea de ingreso es básicamente la venta de espacio publicitarios; en BajáMúsica se cobra un determinado porcentaje por cada descarga, y en 10Móvil el acuerdo comercial es con el operador telefónico. El desafío, afirman, es generar el hábito de pagar por la adquisición de música en formato digital porque el principal competidor sigue siendo la piratería. Es decir que hay demanda de música pero la gente no está dispuesta a pagar. Una de las soluciones que plantean en este sentido es facilitar los medios de pago poniendo a disposición del cliente distintas opciones, como tarjetas prepagas, tarjetas de crédito, pago por SMS o a través de cadenas como Rapipago.
    “Todavía no logramos rentabilidad con el formato de BajáMúsica; si bien la tasa de crecimiento es muy alta no es relevante con respecto al volumen de negocio generado por 10Móvil. Las personas están dispuestas a pagar cuatro pesos por un truetone que es un fragmento de una canción que se escucha cuando suena el celular, y no tres pesos por un tema que puede escuchar íntegramente cuando quiera. En el ámbito del celular hay costumbre de pagar, y en el entorno web, no”, dice Arbusti.
    En cada uno de los negocios hay problemas y amenazas visibles.
    En BajáMúsica afirman que si bien hay una voluntad para seguir desarrollando este negocio por parte de las disqueras internacionales más importantes, la mayor apuesta y el mayor riesgo están corriéndolo ellos: “Nuestro nivel de apuesta es muy grande y pienso que a veces las disqueras no acompañan. Hacemos un esfuerzo grande; invertimos en infraestructura para poder cumplir con los estándares de protección que piden las disqueras; e invertimos en comunicación y en recursos humanos porque somos un canal de distribución y tenemos una gestión complicada. Por eso digo que la mayor carga la llevamos nosotros”, agrega Arbusti.
    En el caso de 10Móvil las amenazas vienen por parte de los operadores telefónicos a quienes cada vez se los ve más interesados en ingresar directamente en el negocio de contenidos y que se perfilan como competidores muy fuertes.
    “La perspectiva es que los formatos se van a ir unificando; van a bajarse temas enteros o discos por celular y van a poder transportarse y escucharse en cualquier equipo”, concluye Arbusti.
    G.B.