La generación Z está modificando la percepción del trabajo y el desarrollo empresarial al monetizar su identidad a través de redes sociales, valores, estética y narrativas personales. Este enfoque permite construir una marca personal con mayor rapidez y rentabilidad que el crecimiento de una empresa tradicional.
Esta generación cuestiona la autoridad convencional y rechaza las relaciones laborales basadas en la dependencia jerárquica. En cambio, valoran el liderazgo consciente y la autenticidad como elementos clave para establecer vínculos sólidos y generar confianza en sus audiencias y clientes.
Den Borg, mentora especializada en estrategias de marca personal y creadora de O’Clock, que realizará el primer evento de capacitación para marcas personales en Argentina, explicó que “la Gen Z monetiza su identidad” y que “construir una marca personal es más rentable (y rápido) que escalar una empresa tradicional”. Borg también resaltó la importancia del liderazgo consciente y la autenticidad en este nuevo paradigma.
La marca personal como negocio
La construcción de una marca personal se presenta como una alternativa viable para quienes pertenecen a la generación Z, en un contexto donde las estructuras empresariales tradicionales pierden vigencia. La monetización de la identidad individual se realiza mediante el uso estratégico de plataformas digitales y la comunicación de valores propios.
La marca personal no solo funciona como un activo económico, sino también como un vehículo para transmitir autenticidad y generar confianza en una audiencia que demanda transparencia y coherencia. Este fenómeno ha impulsado el surgimiento de nuevas formas de emprendimiento, en las que el liderazgo consciente adquiere protagonismo.
El evento O’Clock, que se realizará el viernes 8 de agosto, ofrece un espacio para profundizar en estas temáticas. Según informó la organización, las entradas para esta primera edición ya se encuentran agotadas, lo que refleja el interés creciente en la formación relacionada con marcas personales y liderazgo.
Liderazgo consciente y autenticidad
El liderazgo consciente implica una gestión basada en la autoconciencia, la responsabilidad social y la empatía. Esta modalidad se contrapone a los modelos jerárquicos tradicionales y se adapta a un entorno donde la confianza y la conexión genuina con las personas son indispensables.
Para la generación Z, el liderazgo consciente no solo es un valor ético, sino también una estrategia de negocio que facilita la creación de relaciones duraderas y colaborativas. La autenticidad, en este sentido, funciona como moneda de cambio para establecer vínculos confiables que trascienden lo meramente comercial.
Den Borg también es fundadora de la Academia de CEOs, un espacio dedicado a la formación de líderes que incorporan estas nuevas dinámicas en su gestión profesional. La iniciativa busca capacitar a quienes deseen adaptarse a las transformaciones que impulsa esta generación en el ámbito laboral y empresarial.
Nuevas lógicas de emprendimiento
La transformación que impulsa la generación Z no se limita a un cambio generacional, sino que implica el abandono de modelos tradicionales en favor de estructuras más flexibles y centradas en la persona. Esto impacta en la manera de concebir el trabajo, la creación de valor y el desarrollo profesional.
El reconocimiento de la identidad individual como activo económico promueve un ecosistema de negocios donde la marca personal y el liderazgo consciente son factores determinantes para el éxito. Este modelo favorece la innovación, la autonomía y el compromiso con causas sociales y personales.
En este marco, la generación Z no solo redefine la forma de trabajar, sino que también establece nuevas pautas para el desarrollo empresarial y profesional, generando un cambio de paradigma que se extiende más allá de su propio grupo etario.
