“Estamos convencidos de que el vehículo eléctrico es el futuro, pero la velocidad de la transición energética depende de las políticas gubernamentales y varía de un mercado a otro”, señala Clara Goyret. “A pesar de que crecen año a año, el volumen de vehículos eléctricos sigue siendo demasiado bajo en América Latina como para poder imaginar un mercado masivo que es condición para pensar en una producción local. No hablamos de tensión sino de una transición hacia una economía verde. Y mientras avanzamos hacia ese horizonte, hacia esa nueva forma de movilidad, tenemos metas y objetivos específicos en lo que respecta a programas de mitigación de nuestra huella de carbono e iniciativas que promuevan la economía circular”, indica.
¿Qué oportunidades de negocio se están generando a partir de la adopción de prácticas ESG y sostenibles?
En primer lugar, la economía circular trae consigo nuevas oportunidades de negocio y sinergias con distintos sectores con los que identificamos, a partir de un residuo fabril que puede ser aprovechado como materia prima para la confección de un nuevo producto, que vuelve al circuito productivo o bien es utilizado por nuestra cadena de valor.
A escala global, Renault Group tiene una Refactory, una fábrica entera dedicada a la economía circular en la que reciben baterías de los autos eléctricos para su reparación o su reutilización en otro proceso productivo. Se ha demostrado que luego de diez años, la batería aún conserva hasta 2/3 de su capacidad y se puede destinar a un segundo uso, como por ejemplo fuentes de almacenaje de energía proveniente de paneles solares.
Por último, aparecen nuevos servicios de movilidad. Al respecto, Mobilize es la marca de Renault Group dedicada a los servicios de la nueva movilidad: financiación, seguros, energía, entre otros. Mobilize democratiza la movilidad del presente, haciéndola más accesible y segura, con marcas como Mobilize Financial Services (para financiación de vehículos nuevos, usados, accesorios, repuestos, servicios de mantenimiento y cargadores de vehículos eléctricos), Mobilize Protection (bróker de seguros) y Mobilize Insurance (compañía de seguros de vida). Es protagonista de la nueva era de la movilidad con Mobilize Power Solutions (para venta de cargadores eléctricos domiciliarios y empresariales, y membresías para redes semi-públicas de carga).
Compromiso de la Alta Gerencia
¿Qué estrategias se están utilizando para fomentar una cultura corporativa que valore y promueva la sostenibilidad?
Contamos con un CEO y un comité de Dirección totalmente comprometidos con la estrategia de sustentabilidad, lo que contribuye a la adopción de los mensajes claves por toda la organización y en todos los procesos. Tenemos pilotos de sustentabilidad en todas las áreas, un comité de Sustentabilidad en la fábrica que se reúne mensualmente y discute los temas en agenda que tienen que ver con las prioridades en materia de ESG. Promovemos espacios de intercambio entre los colaboradores, como talleres de sustentabilidad, en los que damos a conocer la estrategia y promovemos el desarrollo de iniciativas de triple impacto en todas las Direcciones. Además, desarrollamos iniciativas de voluntariado corporativo alineadas a los compromisos que tiene Fundación Renault con las organizaciones de la sociedad civil de la comunidad.
¿Cuáles son las tendencias emergentes en la integración de criterios ESG en el análisis financiero y en la valoración de riesgos a largo plazo?
En la actualidad, hay inversores más exigentes con una mirada sustentable que integran métricas ESG en sus análisis financieros. Otra tendencia es que las empresas están evaluando cómo el cambio climático puede afectar sus operaciones a largo plazo, desde interrupciones en la cadena de suministro hasta impactos en la demanda de productos y la evolución de las políticas regulatorias. En Renault, por ejemplo, estamos analizando cómo nuestras estrategias de descarbonización y electrificación no solo cumplen con los estándares ambientales, sino que también crean valor a largo plazo y reducen riesgos financieros. Por último, los factores sociales como salud laboral, bienestar de los empleados, work-life balance y ética corporativa están siendo integrados en los análisis de riesgo como elementos que influyen en la reputación corporativa.