Desde hace un tiempo son cada vez más las organizaciones que comprendieron que debían afrontar un cambio de paradigma y poner a las personas en el centro. La industria IT es pionera y referente en la creación de entornos laborales en los que la colaboración, la autogestión y la satisfacción de las personas son prioritarias. Por eso, cada vez son más las empresas que impulsan el equilibrio entre la vida personal y la profesional, potenciando además el desarrollo de la carrera.
La tendencia internacional, en la que el wellness es un eje central, llegó a Argentina en los últimos años. Un caso saliente es el de Ingenia, el grupo argentino de empresas IT, que cuenta con un modelo de gestión horizontal en el que no hay jerarquías clásicas establecidas. Esta forma de organización surgió como una respuesta al modelo tradicional, creando uno propio que consideran más justo, abierto y participativo para todos los integrantes.
El wellness en Ingenia ha traído grandes resultados: la empresa posee apenas un 2% de attrition, una tasa de salida muy baja para un mercado laboral tan vertiginoso como el de la industria IT.
Si bien se encuentra en un prominente proceso de expansión -cuenta con presencia en España, México, Chile, Colombia y Uruguay-, mantiene su mirada en promover su ADN sin olvidar el cuidado de las personas: habilita espacios de charla distendida liderado por el equipo de People Experience para acompañar a cada colaborador, tanto en cuestiones profesionales como personales, y realiza mediciones periódicas en las que recaba información para evaluar la carga laboral y tener un seguimiento del desempeño a nivel semanal.
La realidad del mercado avala esta perspectiva. Según el último reporte Talent Trends 2024, presentado por Page Group, el equilibrio vida-trabajo es el aspecto más importante (57%) de la cultura empresarial que influye en la satisfacción laboral de los candidatos a la hora de elegir un nuevo destino profesional. Por esta razón, las organizaciones impulsan el acompañamiento a las personas promoviendo y cuidando su salud física, mental y emocional.
“Hacemos lo que hacemos por el profundo entendimiento de que en organizaciones centradas en el conocimiento principalmente, pero seguro extensible a todas, es imperioso entender a cada persona como un individuo único indivisible del profesional o trabajador, para lograr un alineamiento entre valores-propósito y objetivos/resultados”, señala Santiago Blanco, Co-founder y Head of People and Technology de Ingenia.
En la industria tecnológica, prácticamente desde la aparición del modelo open source, quedó en evidencia que, para las personas, el dinero y la compensación económica no son necesariamente los factores más importantes a la hora de evaluar un puesto de trabajo. Cada vez se valora más el entorno y a las personas les importa integrar proyectos donde encuentren bienestar laboral.
En esta línea, Ingenia, como otras empresas, potencia el bienestar a través de distintas iniciativas que componen lo que se conoce como salario emocional vinculado con la flexibilidad: desde vacaciones ilimitadas (siempre y cuando no afecte el funcionamiento del equipo), trabajo remoto y posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo. Además, esto se acompaña con un plan de desarrollo de carrera en el que se va guiando a las personas para crecer en sus habilidades invirtiendo en sus formaciones y también, a través de un modelo de compensación económica que prioriza las habilidades: el desarrollo de nuevas, el perfeccionamiento de las existentes y la asignación de más roles dentro de la organización, que se traduce en un mayor salario.
Este tipo de perspectivas, que tienen una mirada más global que meras medidas puntuales, ya que incluyen la construcción de valores y un ADN en común, impactan positivamente en la retención de talento.
“Hoy en día, las personas son más conscientes de cómo quieren vivir y en qué condiciones desean desempeñarse profesionalmente. Por eso, cada vez más organizaciones comprenden esta realidad y ponen al staff en el centro, para acompañarlos y potenciarlos, y así crear empresas con propósitos más sólidos y sostenibles”, concluye Blanco.