En Córdoba el fuego avanza a gran velocidad, llevando consigo toda la flora y fauna del lugar. Hace varios días bomberos voluntarios intentan detener los incendios que están destrozando la provincia, pero tanto el viento como el calor extremo complican la tarea.
Frente a la preocupación por la actualidad de la provincia de Córdoba, desde Greenpeace hacen un llamado urgente a las autoridades para destinar mayores recursos y adoptar medidas efectivas que permitan controlar la situación y darle un final a los incendios forestales.
Las jornadas con vientos de más 80 kilómetros por hora y altas temperaturas que se están registrando en el país, mantiene en alerta no solo a Córdoba, si no también a Jujuy y Catamarca,provincias que tienen un elevado riesgo de incendios forestales frente a esta situación climática.
Hasta el momento, son más de 40.000 hectáreas arrasadas por el fuego, y han sido afectadas zonas como San Clemente, José de la Quintana, La Cumbre, Capilla del Monte, San Esteban y Los Cocos, donde gran parte de la población debió ser evacuada de sus casas.
“El 95% de las veces que ocurren este tipo de incendios las causas se deben a accidentes, negligencia o intencionalidad”, afirma Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina, y agrega: “Esta situación pone en evidencia la urgencia de tomar medidas más estrictas y efectivas para prevenir futuros desastres”.
Para Greenpeace resulta fundamental que el Congreso de la Nación establezca como delito penal a los desmontes ilegales e incendios forestales. “La crisis climática nos obliga a actuar en consecuencia”, dice Giardini, y concluye: “Desde Greenpeace volvemos a reclamar que tanto a nivel provincial como nacional se aumenten presupuestos, brigadistas e infraestructura para el rápido combate al fuego”.